Buenaaaaaas!
Venga, hoy de nuevo vengo con un "házlo tú mismo" súper fácil y es que... ¿Quién no se encuentra un día de repente, con un batallón de tarros, tarritos y tarrazos de cristal con los que no sabemos qué hacer?. Sabéis de lo que os hablo, ¿verdad?. Da pena tirarlos y los acumulamos...
Bien, aquí os enseño una manera de darles una segunda vida, no sin antes hacer una buena criba de los tarros que tengamos y elegir (o ir guardando si eres previsor/a de antemano) aquellos que por lo que sea os resulten más bonitos, especiales o simplemente útiles por su tamaño, forma, etc. Desecharemos (llevando al contenedor de vidrio por favor), aquellos que estén rotos o no les veamos utilidad y miraremos que las tapas, sobre todo si son de metal, están en buenas condiciones (sin óxido, abolladuras que luego no permitan roscar bien...). sobre todo si vamos a guardar alimentos en ellos.
A continuación, la lista de materiales que he usado, que como siempre digo... ¡Imaginación al poder! En esta ocasión no me he complicado nada de nada y los he decorado con washitapes (cintas para decorar) y algún cordón o cinta bonita que tenía por ahí.
- Tarros de cristal con sus tapas.
- Pintura en spray.
- Cintas para decorar (wasitape).
- Cordón o lazos.
- Alcohol.
¡¿Empezamos?!
Lo primero es limpiar con un trapo y alcohol tanto los tarros como las tapas, sobre todo estas últimas para que la pintura agarre bien.
Colocamos las tapas sobre algo que nos permita tenerlas en el aire, como la propia tapa de la pintura, mientras aplicamos el spray que rociaremos a una distancia de unos 30 cm y con pulsaciones muy cortitas para que la pintura no haga corros ni burbujas y vaya depositándose de manera uniforme. Una vez seca, podemos dar otra capa si lo vemos necesario. Yo he usado en este caso pintura dorada y negra para las tapas.
Elegimos las cintas adhesivas que más nos gusten, en mi caso tengo varias de distintas procedencias. De Ikea, de china, de Lidl... Suelen ser bastante baratas y sirven para decorar cuadernos, libretas, tarros ;)
Con mucho cuidado vamos pegando la cinta sobre el cristal o la tapa, mejor medir previamente para no llevarnos sorpresas al final. En el caso de las de papel, he dado dos vueltas ya que me daba más confianza. En el caso de las troqueladas, sólo una vuelta.
Para darle otro punto, he usado un cordón de cáñamo, hilo de bala o similar. Podéis usar lo que tengáis a mano o más os guste como cordones, lazos, cintas... Yo los he puesto en el cuello de los tarros, con dos vueltas y después he hecho un lazo. Si notáis que se suelta aplicad un par de gotas de pegamento en el nudo para fijarlo.
Y esto es todo, fácil y sencillo no? aquí tenéis una tanda que hice la otra tarde pero haré más seguro!
Yo los he usado para guardar las tropecientas infusiones diferentes que atiborran mi armario pero cada cual que lo use para lo que más le guste :).
¿y tú? ¿Acumulas tarros a troche y moche?
¿Te animas a decorarlos conmigo?
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