La zona que tenía que tratar con más urgencia era el zaguán. Hace unos veinte años que compré mi casa y nada más entrar me encontraba de frente con un dibujo horrible de un pescador y que encima el anterior dueño ni lo había acabado de pintar.
Llega el día en que me digo "Voy a quitar ese dibujo tan feo que tengo que mirar cada vez que entro en mi casa". Ni corta ni perezosa compré pintura blanca para paredes y comencé a lijar el dibujo para no tener que dar un montón de capas de pintura blanca para borrarlo.
Me pasé casi dos horas lijando hasta que conseguí quitarlo de mi vista. ¡Pero ni te imaginas lo que me pasó! Dejé para el final quitar el espejo que estaba pegado a la pared con silicona. Estaba tan pegado que por momentos lo iba a dejar por imposible.
Con la ayuda de una espátula conseguí despegarlo. ¡Sorpresa! Junto con el espejo también levanté una tira larga de pintura y tira a tira quité toda la pintura que ya tenía lijada. Si hubiese quitado primero el espejo me habría ahorrado el tiempo que estuve lijando con un calor que rajaba las piedras.
Con las paredes pintadas lo próximo era vestir la ventana. Me había sobrado goma eva de los disfraces que nos hicimos para los Carnavales y fue la que utilicé para realizar la cortina.
Las mariposas las hice dobles para unirlas a un hilo blanco. Hice tantas tiras de mariposas y flores como anillas tenía el riel. Ahora sí que se respira otro aire, pero me falta sólo hacer una cosita, pintar gatos en la pared junto con otros detalles que ya tengo en mente. ¡Ya lo verás! :)¡Así quedó la cortina con mariposas y flores de goma eva!