Esta vez he querido probar con materiales nuevos así que he utilizado un poco de arcilla blanca y el resultado han sido estos conejitos tan monos. ¿Qué me decís, os animais a hacerlos? Pus "sigue leyendo"
Este DIY no es muy complicado pero hay que tener un poco de paciencia. Lo que si os garantizo es que lo vais a pasar como niños mientras modeláis la arcilla. Eso sí, aquí no vale tener miedo a mancharse ;)
Lo que vamos a necesitar es:
- un poco de arcilla (yo la he escogido blanca para que fuera acorde al animal que quería hacer, pero hay de varios colores, así que elegid la que mejor os convenga; yo tenía un paquete de 1kg por casa, pero vamos que con 250g os sobra por si no queréis un paquete tan grande).
- También va ha hacer falta un instrumento especial de madera pero si no tenéis no hace falta comprarlo, cualquier cuchillo que tengáis de untar os vale (es importante que no tenga dientes, pues es para moldear, no para cortar).
- Y por último, un vasito con un poco de agua y algún papel viejo para proteger la superficie de trabajo.
Lo primero que hay que hacer es separar un poco de arcilla y hacer con ella una pelota humectándola poco a poco con los dedos. A partir de ahí vamos trabajando la superficie con el cuchillo para que nos quede más alargado y con los bordes uniformes.
Cuando hayamos acabado con el cuerpo hacemos las orejas y la cola. Para ello, hacemos dos "churritos" para las orejas y una bolita para la cola y para pegarlos simplemente humectamos un poco la zona del cuerpo donde queramos ponerlo y presionamos. Si veis que no sois capaces de que se mantengan poned un alfiler dentro de la oreja y ancladlo al cuerpo.
Ya sólo falta ponerle cara a este conejito. Podéis hacerlo de mil formas, incluso con un lápiz lo dibujáis haciendo un poco de presión y ya lo tenéis listo. Yo he preferido utilizar un clavo y un destornillador de punta de estrella (el que tiene cuatro piquitos)
Y este es el proceso que hay que seguir. Ya veréis que una vez hecho el primero le cogéis el tranquillo y el resto sale como churros. Yo he decidido hacer cuatro (ya os enseñaré para qué voy a usarlos).
Cuando tengáis hechos todos los que queréis dejadlos secar al menos durante toda la noche para que se seque bien. Y ya hemos acabado este original DIY.
Como podéis ver, yo a cada uno le he puesto las orejas diferentes para que sean todos distintos y que sean más monos. Incluso he hecho uno más pequeñín. A mi me encanta este que tiene las orejitas hacia delante.
¿Qué os ha parecido el tutorial? Espero que os haya gustado y que os animéis a hacer algunos que además ahora con los niños en verano es una buena idea tenerlos entretenidos con este tipo de manualidades. Que tengáis buen día,
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