Para éste jabón escogí especialmente aceites duros, ya que tenía manteca de karité que aún no había usado y tenía muchas ganas de probarla en el jabón por sus múltiples propiedades.
Se trata de un regenerador celular natural previene el envejecimiento de la piel y el cabello si se usa de forma continuada, ya que actúa recubriendo la piel con una película invisible que evita la deshidratación y la protege de las agresiones externas, ya sea el sol, el viento o los cambios bruscos de temperatura. Es muy eficiente en la regeneración de la piel, calma las pieles irritadas, es el más efectivo de los antienvejecimiento que existen en la naturaleza.
La manteca de karité posee propiedades suavizantes y reestructurantes en arrugas y estrías, ya que contiene dentro de sus componentes, ácidos insaturados que brindan hidratación y emolientes naturales, esenciales para mantener sana la piel. Además, aumenta la producción de colágeno y elastina, devolviendo la elasticidad perdida. Dicha grasa vegetal, también actúa como cicatrizante, regenerando el tejido epitelial dañado.
Su uso es recomendado en pieles delicadas, debido a su intenso y duradero poder hidratante sobre el rostro y el cuerpo. Mejora la elasticidad de la piel por sus propiedades nutritivas y su alto contenido en vitamina F, componente vital de las membranas celulares.
Es un anti-irritante por excelencia, lo que convendrá a las pieles que enrojecen con facilidad.
Además funciona también como un excelente protector solar , ayuda a proteger la piel de las radiaciones UVB y UVA actuando, antes y después del bronceado, protegiendo a la piel del sol y del frio otorgando un bronceado de larga duración de forma natural.
Es regenerador de cabellos secos y estropeados, protege el cabello del daño solar, al ejercer un efecto protector y regenerador de éste, restaurando la estructura capilar, aportando brillo, suavidad y volumen.
A éste jabón también le añadí arcilla, ésta vez arcilla blanca, también conocida con el nombre de caolín, se caracteriza por su alto contenido en sílice y alúmina, se considera la arcilla de mayor pureza, destaca su alto poder desintoxicante, antibacteriano y cicatrizante convirtiéndose en una aliada perfecta para eliminar impurezas y ayudarnos en la regeneración celular. A diferencia de la arcilla verde, de efecto más purificante, la arcilla blanca es ideal para pieles secas y mates. Además es muy astringente, aporta luminosidad a la piel y también un efecto tensor, dejando la piel lisa y suave ya que elimina las toxinas y absorbe las células muertas de nuestra piel.
Además de éstos componentes éste jabón contiene; aceite de oliva, aceite de coco, aceite de palma y aceite de nuez de macadamia, también añadí un poco de infusión de manzanilla, como aroma tiene aceite esencial de fresa , y en cuanto al color quise hacerlo en capas dándole un ligero tono rosa, pero añadí poco colorante y éste es el resultado que dió, después añadí un poco más de colorante para la parte de arriba.
Espero que os guste.