¡Bueno, bueno! ¿Cómo van los disfraces? No sé vosotr@s pero yo tengo la casa patas para arriba, un casco por aquí, un faldón por allá, una capa en el sofá, retales encima de la mesa... Pero ya casi estamos y el resultado valdrá la pena, ya veréis.
He intentado correr lo máximo posible para poder publicar esta entrada a tiempo para que podáis hacer vuestros disfraces, ¡qué estrés!
En esta segunda y última parte os explicaré cómo hacer:
El CASCO terminado.
La CAPA roja.
La CAMISOLA blanca
La LANZA
El ESCUDO
Detalles varios
Como lo dejamos a medias, primero iremos con el casco, porque ya sólo falta acabarlo de pintar y rellenar la parte del penacho con porexpan. Una vez pintado con el spray y secado ya podemos añadirle las plumas rojas, aunque yo recomiendo primero pegar el penacho al casco. El cómo hacerlo fue un problema para mí, porque con pegamento no iba a aguantar, y tampoco quería ponerle clavos (¡pobre criatura!), así que al final me decidí por poner puntillas desde la parte interior del casco e insertarlas en el porex, de manera que quedaran bien fijas. Para ello compré puntillas metálicas con puntas más largas de lo normal para que entraran con más profundidad dentro del porex.
El resultado es el siguiente:
Mejor de lo que yo pensaba porque no las tenía todas conmigo...
Ahora que ya tenemos el casco (¡una cosa menos, yupie!), vamos a por la capa. Yo compré 1.50 cm por 1.50 cm de tela de terciopelo (no de la más cara, si no de una que estaba bien) y tal como me indicó el señor de la tienda, cogí una esquina de la tela y la doblé hacia adentro, formando un triángulo tal como véis en la foto. La base o hipotenusa del triángulo ( o sea, el contrario del vértice), medía unos 80 cm. Lo sujeté con agujas y a partir del centro fui midiendo 90 cm hacia abajo, y marcando con boli en la tela, de manera que me quedó un semi círculo alrededor del triángulo.
A tener en cuenta que yo hice 90 cm de largo porque mi hijo quería que la capa le llegara por la rodilla, pero si vuestros hijos son más altos de 142 cm tendréis que hacerla más larga, eso ya va a gustos.
Si no llega a ser por el dependiente yo hubiera recortado un triángulo y me hubiera quedado tan ancha, pero entonces la capa no tendría volumen, si no que quedaría estirada y sosa y que yo sepa no es para volar, si no para lucirla, así que recortamos y ya tenemos la capa casi lista.
Antes de empezar nada siempre es mejor planificar con ideas, esquemas, dibujos, etc...
Ahora tenemos varias opciones; una es coser unos corchetes o ganchos, uno en cada lado para sujetar la capa por delante, también se puede hacer con velcro, pero no sé si aguantaría según qué pesos y otra opción es coserla a los hombros y rematarla con algo de metal, a mí se me había ocurrido con unas cápsulas de café aplastadas, y luego remachadas con puntillas de metal. Como queráis o os sea más fácil.Ahora que tenemos la capa y el casco vamos con la camisola. Yo compré una blanca de manga larga y también cinta dorada. La camisola le ha de quedar de faldita, o sea, que ha de llegarle más o menos por la rodilla. Se le cose la cinta dorada en los bordes (opcional) y listo.
Queda así:
Y ahora nos falta la lanza y el escudo.
Compramos una caña de bambú que sea gruesa y la pintamos con spray metalizado. En la parte de arriba podemos ponerle lo que sería el cuchillo hecho con cartón, espuma o porexpan. Se pinta con spray y se sujeta con un clavo o cinta, dependiendo del material utilizado. Mi hijo tuneó el bambú como si fuera una vara de majorette, pero no le iba yo a quitar la ilusión, jaja.
No os voy a explicar la que se lió con el bambú...no trabajéis con él apoyado en un mueble y menos si acabáis de pintar...
Para el escudo, a mi hijo le gustó esta idea:
Así que pintó este dibujo en una hoja de papel kraft.
Necesitamos un cartón grande si queremos que el escudo sea tan grande como para poder hacer la formación tortuga y que no se nos vea, así que cuando lo consigamos es cuestión de pintar o enganchar el dibujo en el cartón y luego podemos darle una capa de barniz para proteger el dibujo. Por el otro lado se la pone un elástico o cinta para sujetarlo o como hice yo, con una tira de cartón y cinta aislante todo bien sujeto.
Todas estas ideas están pensadas para no complicarnos mucho, pero siempre se puede sofisticar más si tenemos tiempo y ganas, haciendo más detalles en dorado, pintura metalizada, etc...
Al final de este post os diré el coste total del disfraz, pero tengo que deciros que sale mucho más barato comprarlo, aunque nunca será tan personalizado y bonito como éste ( y el tiempo disfrutado con nuestro hijo no tiene precio ), pero ronda los 30 euros, si tenemos en cuenta que la tela de la capa ya cuesta unos 7,5 .- y hay que sumar las puntillas metálicas, la goma eva, la pintura/barniz/cola, camisola, cintas varias, leotardos (porque habrá que ponerles leotardos, aquí es invierno).
¡El resultado final el viernes!
Mientras, ¡tenéis trabajo que hacer!