¡Quién me iba a decir que necesitaría posavasos! Esas cosas que solo utilizo cuando voy a los bares, jajaja. Bueno, reconozco sí tengo uno, que me hizo mi amiga Carolina y que utilizo en mi mesa de trabajo, a la hora del té. Pero ninguno más.
El caso es que hace poco entró en mi vida una mesa muy bonita, de madera, sobre la que se bebe y se come (también se teje), y había que protegerla, claro. Y de repente empecé a mirar los posavasos con otros ojos. No me preguntéis por qué, pero no me parece que tengan el mismo encanto unos posavasos comprados que unos hechos. Los hechos a mano es como que invitan a ser usados, hacen bonito… y pueden ser completamente personalizados ;)
Recordé que en mi alijo tenía un ovillo de fibra natural de The Sewing Box, y me pareció que era absolutamente perfecto para que lo convirtiera en unos posavasos. Me hubiera gustado tener ovillos infinitos de este material, porque tras haber trabajado con él para hacer los posavasos me apetece tejer de todo. Es resistente y rústico, conserva muy bien la forma y tiene un acabado muy especial.
Si conoces los puntos básicos de ganchillo no tendrás ninguna dificultad para hacer estos posavasos. Realmente son super simples, aptos hasta para la más principiante.
MATERIALES (para 4 posavasos)
1 Ovillo de fibra natural (puedes sustituirlo por un algodón de grosor medio, necesitarás alrededor de unos 100 metros).
Unos metros de algodón DMC Natura, en color contraste.
Ganchillo de 3,5 mm.
Aguja lanera y tijeras.
INSTRUCCIONES
1. Utilizando la fibra natural, haz un anillo mágico. En el mismo anillo, haz 3 cadenetas al aire y luego haz 13 puntos altos. Cierra la vuelta con 1 punto raso en la última cadeneta que hiciste al inicio. Las 3 cadenetas al aire del principio cuentan como el primer punto, así que en total tendrás 14 puntos altos.
2. Haz 3 cadenetas al aire (cuentan como el primer punto) y luego haz 2 puntos altos en cada punto, hasta llegar a la cadeneta de inicio. Haz 1 punto alto en el mismo sitio donde hiciste las cadenetas del principio. Cierra la vuelta con 1 punto raso. Tendrás 28 puntos altos en total.
3. Haz 3 cadenetas al aire (cuentan como el primer punto), y luego continúa con la siguiente secuencia hasta que te quede 1 punto: *haz 2 puntos altos en el siguiente punto, haz 1 punto alto en el siguiente punto*, termina haciendo 2 puntos altos en el último punto. Cierra la vuelta con 1 punto raso. Tendrás 42 puntos altos en total.
Corta la hebra y remata.
Con el algodón DMC Natura y la aguja lanera, haz cadenetas a lo largo de la separación de cada vuelta del posavasos. En la última vuelta (el borde del posavasos), trabaja insertando el ganchillo entre las “V” de cada punto.
Corta la hebra y remata por el revés.
Al ser un material más rígido que el algodón, no hace falta bloquear ni estirar para que mantenga su forma, pero si quieres puedes ponerlo durante unas horas bajo algunos libros para que quede todavía más plano. Si utilizáis algodón normal para hacer los posavasos y queréis que sean más grandes, basta con seguir la secuencia de aumentos y puntos altos en las siguientes vueltas. ¡No tiene más dificultad!
Si tenéis una reunión con amigos de última hora, o un regalo que hacer para alguien que tiene casa nueva, en un momentito podéis tener listos unos cuantos posavasos. Y los podéis personalizar con colores que vayan a juego con el resto del salón (o la vajilla) o bordar lo que os apetezca sobre ellos.
Como estamos en una época en la que apetece quedarse en casa y tomar un té o un café calentito mientras vemos una película, ¿os gustaría que compartiera algunos posavasos de ganchillo chulísimos a los que les tengo echado el ojo?