Hace tiempo (bastante) que no preparaba una entrada que fuese una manualidad, y ya tenía ganas, la verdad. Así que me he animado y he preparado algo que además me estaba rondando la cabeza desde hace ya unos días.
Lo he dicho en varias ocasiones, pero lo repito: ¡me encanta el otoño y sus colores!
El día 1, que fue festivo, nos fuimos de excursión a Sepúlveda y paseamos por las Hoces del Duratón (y pude pintar un ratito el paisaje, al sol). Era un paseo muy bonito, los árboles tenían unos colores preciosos y el suelo estaba cubierto de hojas secas. Era lo más tópico del otoño, y yo estaba en mi salsa.
Ese día recogí una bolsa llena de hojas secas, enteras y de diferentes tonos, para llevármelo a casa con la intención de preparar algo con ellas. Y este fin de semana me he puesto en marcha, y no es que me salga la idea, es que me ha dado para ¡dos de ellas!
He puesto la marca de agua, porque luego pasa lo que pasa
Una pequeña corona de hojas secas (porque las coronas no son solo para Navidad) y un "marco" para una lámina que quería colgar por casa.
Qué materiales he usado:
Hojas secas y limpias
Cartón
Pegamento caliente
Cinta de doble cara
¡Nada más!
He preparado un pequeño video con el proceso:
Una vez pegadas las hojas en el cartón, simplemente pegué la lámina por detrás (con un poco de celo) y pegué el marco a la pared con cinta de doble cara. Como pesa muy poco, no necesito hacer ningún agujero a la pared, y la cinta de doble cara lo mantiene bien pegado.
En casa nos ha gustado mucho el resultado, pero es que además de resultón, es fácil, rápido y baratísimo de hacer.
¿Qué te ha parecido?