Lo primero que debemos hacer es elegir el diseño de nuestra figura, puede servirnos como modelo una fotografía o un dibujo del animal por ejemplo.
Lo siguiente es preparar los materiales, la arcilla necesaria (calculando el tamaño de nuestra figura), herramientas para modelar la arcilla (estiques de modelado), una tijeras, un poco de agua, una mesa protegida para que no se manche y muchas ganas de inventar.
También podéis hacer inicialmente, una reproducción a escala más pequeña de nuestro animal para saber cómo queda y poder modificar después detalles en la figura grande.
Como suponemos que la mayoría no disponéis de torno, no queda otra opción que modelar a mano con un poco de agua. Una opción alternativa es un alambre que nos sirva de estructura central para modelar en su entorno.
Es bueno tanto para hacer animales como para las personas, modelar primero figuras geométricas como cilindros o conos, que nos pueden ayudar posteriormente a representar la morfología e incluso el movimiento. Recordad que debéis empezar por el boceto con las ideas generales y luego ir transformando y modificando (que para eso utilizamos un material maleable).
Al principio no es recomendable realizar figuras demasiado complejas, mejor simples y sin muchos detalles. Una vez finalizada, la dejamos secar y la introducimos en el horno para que se cueza y se quede vitrificada. El tiempo y la temperatura dependen de cada tipo de horno así que debéis estar muy pendientes. Este paso se puede saltar mediante un buen secado al aire y aplicando una capa de barniz, aunque el resultado no es el mismo.
Por último, es muy importante al amasar no dejar ninguna burbuja de aire en la arcilla porque al secar y hornear explotará. Mirad este video del escultor Francisco Moreno Téllez, os puede servir de inspiración.
Ahora que conocéis los pasos fundamentales, ¿Quién nos enseña sus primeros trabajos?