Mi último trabajo ha sido customizar una vitrina vintage, que me dieron. La verdad esto me ha sido bastante costoso, llevo varios meses a ratos haciéndola, los últimos días ya me lo he cogido más en serio, pues tenía ganas de terminarla. Y el resultado, me encanta!
Cuando fui a recogerla, a primera vista no sabía qué hacer con ella, pues estaba bastante deteriorada, una pata rota, una de las puertas de bajo destrozada, pero lo peor, eran los mil agujeros que tenía debido a la carcoma. Al final si se pone empeño, todo puede resultar como uno imagina en un principio. Además como siempre digo, tengo la suerte de contar con mi marido, que es un manitas y entre los dos van saliendo las cosas.
La primera foto es de la cómoda original y la segunda es como ha quedado customizada.
Lo primero que hicimos fue desmontar, la vitrina por un lado y la cómoda por otro. A todo se le desmontó puertas, bisagras…
Después de que la cómoda quedase sin agujeros y más o menos bien lijada, la pintamos de blanco, pero al tener zonas de madera lacadas con mucho brillo, en esas zonas (como las puertas,cajón) repelía la pintura y tras 3 capas de blanco, la cómoda seguía inacabada. Ya un poco preocupada de como iba a terminarla, con la lijadora eléctrica empecé a remover la pintura de los bordes, de las zonas talladas y sobre todo lijar toda, toda la cómoda para que al aplicar el toque final, la cera color nogal, quedase bastante impregnada, resaltando la madera natural de bajo de la pintura blanca.
“Cuando el trabajo es un placer, la vida es una alegría! Cuando el trabajo es un deber, la vida es una esclavitud” Maximilien Robespierre
Queda casi toda la semana por delante, espero poder hacer muchas otras cosas que tengo pensadas y luego publicarlas en el blog. A vosotros que estáis al otro lado de la pantalla, feliz semana y gracias por estar ahí.
Conchi Espejo.