Digo que es un armario básico porque es una estructura de hierro forrada de tela, lo compré en Ikea por 50 euros y siempre he pensado que fue una buena compra. Las cortinas en color beige que hacían de puertas siempre tuvieron poco frunce y estaban algo estropeadas, así que decidí hacer algo nuevo acorde al estilo de mi pequeño rincón.
Os lo enseño y os lo cuento, menos a mi querida Caperucita, las cortinas recogen todo mi mundo. Son dos cortinas en las que he repartido las telas de manera simétrica con un toque de asimetría equilibrada, como a mí me gusta.
En primer lugar os quiero enseñar este precioso bordado que me regaló Gema (El hilo de Penélope). Lo tengo guardado desde hace años, esperando que se me ocurriera qué destino darle, y en estas cortinas lo voy a tener muy presente cada día.
Junto al bordado del dibujo de Beatrix Potter he cosido un panel con Holly Hobbie que también tengo reservado desde hace tiempo.
La tela con la liebre del cuento "Adivina cuánto te quiero" fue una compra necesaria, imposible de dejar atrás. Con ella hice un portadocumentos y el trozo que me sobró lo reservé para mí.
El último retal de la tela del conejo Perico también tiene su hueco en estas cortinas, muchas alegrías me han dado esta tela y estas ilustraciones,
En las cortinas también hay gotas, muchas gotas, por supuesto.
En la parte de arriba dispuse unos precortados que en tonalidad van muy bien con el delantal de Holly Hobbie y aportan una nota de color e intensidad.
Para la parte baja, cuadrados de 10 x 10 con telas representativas para mí en una composición de patchwork imposible, como me gusta llamar a los retales unidos con aparente improvisación y discordancia cromática.
Y por último una rueda Dresden que me sobró de un trabajo y que me dio pena tirar (aquí lo puedes ver).
Y para que no os quedéis con curiosidad os enseño el armario con las cortinas descorridas.
Muchísmas gracias por vuestra compañía.