¿Tenéis por casa una chaqueta que ya no se pone nadie? ¿Gigante?, que de entrada horroriza, pero que tiene zonas salvables.. siempre podéis hacer un monedero, una funda, un bolso o quizá una chaqueta de nuevo...
El principal objetivo es conseguir una prenda lo más nueva posible y con la forma deseada, pero no es siempre fácil y debemos trabajar con ilusión pero con espectativas realistas.
Una chaqueta de cuero es una prenda que podemos reciclar:
1º Por economía, son prendas caras que merece la pena rentabilizar e incluso cuando ya no se pueden llevar con la misma forma que la compramos.
2º Por ecología, demasiado coste tienen de producción como para frivolizar sobre ellas y dejar de usarlas por cuestión de moda.
3º Por practicidad, todo lo que tenemos en casa y que se puede reutilizar, mejor que mejor.
Hoy quiero compartir con vosotr@s algunos puntos que suelo seguir cuando quiero reciclar una prenda.
¿Qué hacemos para empezar?
Lo primero es fijarnos bien, analizamos la prenda su corte, si hay zonas más gastadas que debemos descartar.
Visualizar lo que nos gustaría conseguir de la prenda. En mi caso he pensado en esta chaqueta como base, pero la voy a modificar bastante, o más bien la voy a simplificar...
Le voy a quitar las piezas de sobremanga que lleva en los hombros.
No a los bolsillos plastón, aprovecharé los que tiene.
No al faldón de la cintura y los volantes de las mangas
La voy a utilizar simplificada, en realidad la he elegido por que se ajusta al corte ranglán de la chaqueta original, lleva abertura central con cremallera, cuello a caja y espalda con cortes.
Además es ajustada, lo que hace que al pretender conseguir una prenda más pequeña tengamos un margen para eliminar zonas desgastadas y nos aseguremos que la prenda quedará lo más nueva posible.
Cuando trabajamos con una chaqueta amplia podemos cortar en lugar de descoser,
además en este caso era necesario ya que las costuras del roce, estaban muy desgastadas
El forro es otra de las partes que merece la pena desechar, poner un forro nuevo a una prenda reciclada, por limpieza y por dar un aire nuevo al interior, es siempre una muy buena idea.
Así, he comenzado por ahí, descosiendo el forro, los puños y la cintura, estaban demasiado desgastados para hacer nada con ellos.
Además antes de trabajar el cuero, he hidratado la piel con este producto, extendiéndolo con trocito de tejido de lana.
Cambia mucho el aspecto de la piel
y a la hora de trabajarla se hace más a gusto.
Importante: Os recomiendo que hagáis pruebas con vuestras máquinas antes de empezar a coser la nueva chaqueta. A ver que tal se lleva con la piel, si necesitamos algún recubrimiento para el pie, del tipo de Teflon ®, o poniendo tiras de papel de seda sobre la costura, para que no se atasque la máquina al coserla. Pero lo mejor para coser la piel sin problemas, es utilizar las máquinas Singer, sí las antiguas. En mi caso, es la que uso para estas cosas y lo hace todo perfectamente. Además al no tener motor tienes todo el control necesario para que las costuras queden perfectas.
Pero os aviso, no todo es tan fácil, si me seguís por IG, ya habréis visto que ayer descosiendo la piel se desgarró en uno de los delanteros. Pero bueno, hace un rato he logrado solucionarlo.
Le he añadido una pieza para eliminar todo que sobraba
el roto creado por accidente y un viejo broche metálico del anterior diseño
Aquí podéis ver la zona que he sustituido
Y es que es lo bueno que tiene la piel es que permite cortes improvisados que en otro material no serían posibles.
Por eso os animo desde aquí y sobre todo si es para vosotras mism@s. Es una forma de aprender con material reciclado.
Mañana os cuento el desenlace en Rums, no os lo perdáis.
Y vosotras ¿os animáis a reciclar ropa? ¿y piel?
Fuente: este post proviene de Moda en la Costura DIY, donde puedes consultar el contenido original.
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