En el hogar siempre hay una cantidad de objetos y adornos que se acumulan con los años, la taza en la que tomaba café la abuela, el portarretrato preferido, el adorno que nos regaló la prima Ana cuando nos casamos. El deterioro de esos objetos queridos es inevitable, pero la restauración nos da la posibilidad de mantenerlos un mayor tiempo entre nosotros.
Hoy les propongo la Restauración con Porcelana Fría, la cual es apropiada sobre diferentes materiales, la he probado sobre yeso, arcillas de diferentes tipos y cerámicas. Buena tanto para sustituir una pieza rota, como para su reparación. Pero, vamos a la práctica con esta virgencita bastante deteriorada que se cayó desde lo alto de un estante.
Los materiales son los siguientes:
Porcelana fría o pasta moldeable de secado al aire.
Cola blanca.
Pinturas acrílicas.
Barniz a base de agua.
Pincel.
Herrramientas o estecas.
Para cualquier tipo de pieza el procedimiento es el mismo, como ejemplo muestro la restauración de una virgencita, pero es aplicable a cualquier objeto:
1.- Evaluación de los daños. Lo primero es revisar la pieza y ver el deterioro de la misma, en este caso, el daño es complejo, la pieza perdió: la parte interna de la cara donde estaban los ojos, quedando solo los orificios. Las manos. La cola (plumas réctrices) de la paloma de la parte central. Y una palomita en la parte lateral.
2.- Limpieza de la pieza. Después de evaluar los daños, el siguiente paso es limpiar la pieza con un paño húmedo y un cepillito (puede ser un cepillo de dientes viejo) para llegar a todos los pliegues de la figura. Y por ultimo lijar suavemente en donde sea necesario, en casos de pintura descascarada.
3.- Sustituir las partes faltantes: Modelar manos y palomita. Y rellenar la parte interna de la cara con una bola de porcelana fría. Como la porcelana fría recoge o disminuye de tamaño al secar (disminuye aprox. un cuarto de su tamaño), debemos considerar hacer las piezas más grandes de lo que son.
Para tapar la carita de la virgen, sólo coloqué una bola de porcelana presionando para que sobresaliera un poco la pasta por los orificios de los ojos, evitando que queden hundidos cuando reduzca. Para un mayor acabado coloqué una aureola y coronita en este material..
Para las manos y palomita, calculé sobre la misma imagen haciéndolas más grandes de lo visualmente observable, considerando la reducción del 25 % aprox. del tamaño.
4.- Pintura. Deben considerar los colores de la pieza original para identificarlo o realizar las combinaciones necesarias.
En nuestro ejemplo, los ojos los pinté con puntilla, tres puntos que simulan pupila, iris y punto blanco de luz.
Después escogí y combiné los colores hasta obtener el deseado. Decidí cambiar los ocres por dorados. Y ya solo es cuestión de paciencia, pintar cada parte. Para finalizar se protege con barniz al agua.
Considero que el mayor consejo o aprendizaje es verificar las bondades de este material tan moldeable y fácil de manejar, la porcelana fría nos abre un mundo de posibilidades para la restauración de todo tipo de objetos decorativos.