Buscando por internet he encontrado que para extraer el aceite o manteca de las bayas se sigue un proceso algo laborioso que te suele llevar 2 o 3 días y que además a no ser que tengas una buena cantidad de bayas, apenas llegas a sacar aceite de ellas.
Así que como yo tengo un puñadito pequeño no me voy a complicar la vida y voy a seguir otro método mucho más simple y que parece que da muy buenos resultados en el jabón.
Consiste en lo siguiente:
- Lavar bien las bayas
- Triturarlas con una batidora. No hace falta que sean trozos muy pequeños.
- Después las pasaremos a un recipiente que pueda ir al baño maria, o si tienes termomix puedes hacerlo en ella ( yo no tengo ).
- Las cubriremos con aceite de oliva y lo pondremos a fuego muy bajito durante por lo menos una hora. Vamos lo que viene siendo hacer un oleato.
Hay gente que lo tiene por ejemplo una hora hoy, lo apagan y lo ponen otra hora al día siguiente.
También hay gente que lo mete al lavavajillas, yo lo he hecho así muchas veces para hacer oleatos y queda perfecto pero en esta ocasión no tenía un recipiente con tapa hermética tan grande.
Después las colaremos y supuestamente ( ya os contaré ) queda un aceite de un verde intenso con un olor espectacular.
Para seguir aprovechando las bayas las cubriremos en esta ocasión con agua y haremos una infusión con ellas.
Una vez hecha la dejaremos enfriar y la congelaremos en un taper para usar en sustitución del agua cuando hagamos el jabón.
Estas bayas al cocer han ido soltando aceitillo y ese aceite se quedará flotando en la parte de arriba con lo cual lo podremos coger facilmente con una cuchara y usarlo después en la elaboración de nuestro jabón.
Así aprovechamos todo lo que este puñadito de bayas nos puede ofrecer.