Hoy comienza en La Pipería “el mes de la costura”
Estoy super contenta porque he estado preparando con mucha ilusión los tutoriales que presentaré este mes.
Como bien sabéis, yo no soy patronista, ni mucho menos, así que voy a enseñaros técnicas super sencillas para hacer modificaciones, como yo las llamo: a ojo.
Vamos a empezar con un tutorial en el que os explico en cuatro pasos, como transformar un vestido que se ha pasado de moda o que ya no nos ponemos, en una falda y un top.
Este es el vestido que yo he elegido (en su momento me gustó mucho, pero hacía tiempo que no me lo ponía).
Los materiales son: vestido a modificar, cinta biés (a juego o contraste), aguja e hilo y un corchete.
Vamos a empezar con la falda
Lo primero sería hirbanar la falda bajo la costura de unión con el top, para que, a la hora de descoserlo, el forro y la falda no se separen (esto nos facilitará mucho la tarea).
En mi caso, el tul no estaba bien puesto, así que primero descosí la unión entre el top y la falda del vestido.
Y después, para que quedara perfecto, hirbané primero la parte de bajo de la falda igualando el tul y luego la de arriba, colocando directamente la cinta biés, que hará las veces de cinturilla.
Y para terminar, lo único que tenemos que hacer es coser la cinturilla, a mano o a máquina y poner el corchete.
¡Y voilá! Este es el resultado: en cinco minutos tenemos una preciosa falda.
Pero es que el top… ¡aún es más sencillo!
Lo único que tenemos que hacer es coser el dobladillo en la parte de bajo y con la cinta biés hacer unos tirantes, aunque si queréis que siga siendo strapless, este paso os lo ahorráis también.
¡Y voilá! Este es el resultado: en dos minutos tenemos un top super veraniego
¿Qué os ha parecido? Sin patrones, sin medidas, ¡ni siquiera tenemos que cortar!
Espero que os haya gustado y que os animéis a hacerlo, y si además, lo compartís con nosotros, ¡fenomenal!
Y si te ha gustado este tutorial, compártelo con tus amigos, dale me gusta y siguenos a través del blog o de nuestra página de facebook
Y a disfrutar, ¡que por fin es viernes!