Estas las ha pintado mi hija, y está encantada con el resultado (y yo la mar de orgullosa de mi nena).
Las zapatillas base son unas de lona compradas en Alcampo por 4 euros, así que si se echaban a perder no era demasiado grave.
Lo primero ha sido escoger unos dibujos por Internet. Hemos buscado corazones y animalitos, y nos hemos decidido por estos.
Los corazones son muy fáciles, y los ha pintado mi hija directamente (me ha dicho que son abstractos, así que no importa si las líneas no son perfectas).
La mariquita, aunque es sencilla, la he recortado en Freezer paper para probarlo (es un papel que se adhiere con la plancha a la tela, pero luego se despega muy bien, así que se utiliza para bordados, plantillas y demás).
Hemos recortado la mariquita en Freezer paper y lo hemos planchado sobre la zapatilla (rellena de papel de periódico para dar consistencia).
Luego mi hija se ha dedicado a pintar la zapatilla con rotuladores textiles y unas témperas sólidas especiales para tela.
Las témperas sólidas tienen unos colores muy bonitos y cubren perfectamente, pero hay que tener cuidado de no pasarse con la cantidad y planchar cuidadosamente después. Los colores son mucho más densos que los rotuladores, y no se necesita una gran habilidad.
Una vez planchadas y fijados los colores hemos puesto unas cuantas aplicaciones de strass a la mariquita con la máquina que os enseñé en esta otra entrada.
Como veis, si esto lo hemos hecho para probar y en un ratito, dedicándole un poco más de tiempo (y empeño, claro) os pueden quedar unas zapatillas fabulosas.
Como entretenimiento para los niños es estupendo, y además les encanta llevar cosas que han hecho ellos mismos, así que os recomiendo esta actividad aunque sólo sea para mantenerlos ocupados un rato (ya sabéis: zapatillas 4 euros, rotuladores 7 euros, mantener ocupados a los niños no tiene precio).