En las tiendas puedes encontrar diferentes formas de boquillas metálicas y en distintos tamaños. Desde las más pequeñitas que puedes usar por ejemplo para hacer la funda de un abanico o para guardar algo pequeñito como pueda ser un pendrive o bien un poco más grandes que podrían emplearse para hacer un monedero. Tu tienes el poder de decidir para qué quieres usarlo.
En casa tengo solo dos boquillas y las dos son cuadradas, pero lo que te voy a explicar vale también para las boquillas que sean redondas. Coge un papel y un lápiz, porque hoy vamos a dibujar, eso sí, si tu boquilla es muy grande y quieres hacer un bolso, ten en cuenta que el papel deberá tener las dimensiones que te permita dibujarlo completo.
Lo primero que haremos es situar la boquilla en el borde superior del folio y con mucho cuidado dibuja todo el contorno exterior. Es importante que sea la parte de fuera porque así ya tendrá incluido el margen de costura. Cuando llegues a los dos remaches que hay al final de cada extremo, dibuja una diagonal aproximadamente de un centímetro de longitud. De esta forma, esos tornillos quedarán tapados cuando terminemos nuestra labor. Nuestro dibujo quedaría así.
A partir de este momento somos completamente libres de hacer la forma que queramos. Como ejemplo te pongo este dibujo que hice rápido y a mano alzada, así que no lo tengas muy en cuenta, pero te servirá para darte cuenta de la cantidad de posibilidades que tienes.
¿Te das cuenta? Jugando con la forma superior podrías hacer un coche, imagínate si fuese más redonda, podrías hacer un escarabajo o un círculo con un yoyo de patchwork. ¡Déjate llevar por tu imaginación!
Yo he ido a lo sencillo para que no te vuelvas muy loca y he dibujado el típico monedero.
¿Cuál es el principal problema con el que te puedes encontrar? Pues que aunque uses líneas rectas, lo más probable es que no te salga completamente simétrico. Para que esto no suceda, dobla el folio justo por la mitad de la boquilla y haz tu dibujo o selecciona el lado que más se ajuste a la forma que habías pensado, en caso de tenerlo ya dibujado como yo.
En mi caso he decidido que el lado derecho es el que más me gusta, así que ya lo puedo recortar.
A la hora de pasarlo a las telas, la parte inferior puedes hacerla un poco más grande para añadir el margen de costura. No olvides que en la parte superior ya lo hemos añadido. Y si quieres que la parte de abajo tenga más vuelo, puedes optar por hacer un corte en el patrón, como en la foto, y volver a dibujar la parte superior para que se ajuste mejor a la forma original de la boquilla.
Fíjate todas las cosas que puedes hacer en función de la forma y el tamaño que elijas. Desde bolsos aprovechando las dos piecitas que nos permiten colocar un asa de cadena o tela, a un estuche de gafas o un monedero al que incluso le hemos puesto una pinza, para que tenga otra apariencia. Las opciones son infinitas.
En próximos tutoriales te enseñaré cómo seguir desde que tenemos el patrón hecho o lo hemos adaptado si lo hemos encontrado a través de Internet. Será muy sencillo pero prepárate para sufrir a la hora de coser la boquilla, ya que las primeras veces puede resultar un poco complicado. Una vez tengas la maña necesaria, las coserás mucho más rápido.
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Yo me quedo buscando telitas para preparar el tutorial del monedero con boquilla y alguna otra sorpresa que mi cabecita loca anda maquinando. ¡Nos leemos muy pronto!
¡Besos costureriles!
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