(Esos son los brownies de nutella que os enseñé a hacer hace un tiempo!)Ingredientes:
Dos cucharadas (o al gusto) de avena molida (puedes molerla tú con un procesador de alimentos o con un molinillo) o salvado de avena.
3/4 de un vaso de leche
Frutas de tu elección (yo escogí un plátano y un puñado de fresas)
Un yogur
Opcional: Edulcorante preferido (azúcar blanco o moreno, miel, stevia...)
Preparación:
Personalmente creo que queda mejor con copos de avena molidos en vez de con salvado (la textura queda un poco más espesa que con salvado). Para ello, primero tienes que moler los copos de avena hasta que queden como un polvillo, si hay algún tropezón no pasa nada. Ahora haz un zumo con las frutas que hayas elegido y bate la leche, el yogur y el edulcorante. Ve echando la avena poco a poco y batiéndola en la mezcla hasta que quede más o menos homogéneo. Ahora déjalo en la nevera durante toda la noche y estará listo para tomar por la mañana.
Al dejarlo durante la noche, la avena se hincha y absorbe el líquido y nos queda una textura muy espesa y satisfactoria, a mí me sacia más que el zumo tal cual. Es demasiado trabajoso para tomar cada mañana, pero viene muy bien para darte energía en los días que sabes que vas a ser intensos (o que vas a comer tarde).
Si no se te ocurren otras alternativas, te dejo algunas ideas para que varíes el sabor según tu gusto:
-Un plátano y zumo de melocotón, perfecto para verano.
-Dos fresquillas para que sea más fresco y fluido.
-Dos yogures muy espesos (tipo yogur griego) para conseguir yogur batido.
-Una cucharadita de mantequilla de cacahuete light
-Batido de plátano y chocolate
-Unas cucharaditas de chocolate en polvo
-Servirlo en un cueco con cereales, frutos secos y frutas por encima
-...
¿Cuál es tu opción preferida?