Cómo fijar los aromas en los jabones caseros
Cuando nos aventuramos en el emocionante mundo de la fabricación de jabones mediante el proceso de saponificación en frío, es común encontrarnos con un dilema aromático.
Después de las 4-6 semanas de curado necesarias para que nuestro jabón adquiera sus propiedades deseadas, a menudo notamos que su fragancia original ha disminuido considerablemente.
Sin embargo, existen estrategias inteligentes para minimizar este problema y garantizar que tus jabones caseros sigan perfumados como lo deseas.
Aquí tienes algunos consejos clave:
Temperatura de Saponificación
A pesar de que llamamos a este proceso saponificación en frío, la reacción química entre la lejía y los aceites genera calor.Para evitar que esta elevación de temperatura afecte negativamente el aroma de tu jabón, realiza la saponificación a temperatura ambiente o alrededor de los 30 grados Celsius. Esto implica permitir que la lejía y los aceites se enfríen si los has calentado previamente.
Cuando alcance la traza y esté lista para enmoldar, agrega los aceites esenciales teniendo en cuenta SIEMPRE la temperatura, a cuánto más frío, más se mantendrá el aroma (pero la traza también se acelerará u endurecerá más rápido). Este paso es estratégico para minimizar la evaporación de los compuestos volátiles responsables del aroma.
Cubrir el molde con film transparente contribuye a retener los aromas. Consejo personal: siempre añado el aceite esencial o aroma, cuando la traza tiene una consistencia espesa tipo natilla densa (antes no), aunque sea más complicado enmoldar.
Y por lo que más quieras, usa un maldito termómetro, básico o por láser.
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Aromatizar con aceites esenciales y notas aromáticas
Los aceites esenciales se pueden clasificar en tres grupos principales según su volatilidad, que se refiere a la velocidad de evaporación de sus aromas.Estos grupos son:
Notas altas: Estos aceites esenciales son altamente volátiles y se evaporan rápidamente. Tienden a ser los aceites esenciales más ligeros y frescos en aroma. Suelen ser los aceites que se perciben primero cuando se huele una mezcla de aromas. Ejemplos: limón, naranja, menta, bergamota, comino, eucalipto, cajeput, lima, palo de rosa y petit grain.
Notas altas/medias: estos aceites están en un rango intermedio entre las notas altas y medias. Ejemplos: alcanfor, lemongrass, tomillo, romero, pomelo, mandarina, naranja dulce, árbol de té, citronela, laurel, ajedrea, anís verde, pino silvestre, laurel y jengibre.
Notas medias: Estos aceites esenciales tienen una velocidad de evaporación moderada y actúan como el corazón o cuerpo de una fragancia. Aportan equilibrio y cuerpo a una mezcla de aceites esenciales. Ejemplos: lavanda, geranio, verbena, salvia, hinojo, hierbaluisa, perejil, tuba, mejorana, azahar, cilantro, cardamomo, enebro, clavo, espliego, estragón, nuez moscada, melisa y palmarosa.
Notas medias/bajas: estos aceites están en un rango intermedio entre las notas medias y bajas. Ejemplos: Ylang Ylang, canela, benjuí, jazmín, cedro, manzanilla común, rosa y manzanilla romana.
Notas bajas o notas base: Los aceites esenciales de notas bajas son los menos volátiles y se evaporan lentamente. Son los que proporcionan profundidad y durabilidad a una fragancia, y su aroma suele ser más rico y persistente. De hecho, las resinosas son las más duraderas. Ejemplos: sándalo, pachulí, mirra, incienso, ciprés, vetiver y pimienta negra.
Importante: algunos de estos aceites esenciales pueden acelerar la traza del jabón o incluso oscurecerlo.
Aromatizar con esencias o contratipos
Esencia aromática
Es esencial considerar dos aspectos importantes que pueden afectar tanto el color como la longevidad de tu producto. Algunas esencias tienen una tonalidad amarillenta que, al incorporarse al jabón, puede conferirle un tinte no deseado. Ciertas esencias contienen componentes como la vainillina, almizcles nitrados y cumarina, que con el tiempo pueden provocar un oscurecimiento de los jabones.Este proceso puede ser especialmente notable en jabones de colores claros.
Esencias de color amarillento: Algunas esencias aromáticas, debido a su composición química, pueden tener un tinte amarillento. Cuando se incorporan en la fabricación de jabones de colores más claros, como blanco o pastel, este tono amarillo puede transferirse al jabón y alterar su apariencia. Por lo tanto, si deseas mantener el color original de tu jabón, es importante elegir esencias que sean transparentes o incoloras. También, es posible utilizar esencias que tengan colores complementarios para contrarrestar la tonalidad amarilla y lograr el tono deseado.
Esencias con vainillina, almizcles nitrados y cumarina: Estos compuestos aromáticos, presentes en algunas esencias, tienen la particularidad de oscurecer el jabón con el tiempo debido a la oxidación. La vainillina, en particular, es conocida por su capacidad para teñir el jabón de un color marrón. Si bien estas esencias pueden brindar fragancias agradables, es importante considerar que los jabones aromatizados con ellas pueden experimentar cambios en su apariencia. Para abordar este problema, puedes añadir antioxidantes a la fórmula del jabón o utilizar técnicas de diseño que minimicen la exposición de la superficie del jabón al aire, lo que puede ayudar a retrasar el oscurecimiento. Por lo general, se añade del 1% al 3% del peso total de los ingredientes del jabón. Esto significa que, si estás haciendo un lote de jabón que pesa, por ejemplo, 500 gramos en total (incluyendo todos los ingredientes), podrías comenzar con 5 a 15 gramos de esencia aromática.
Contratipo
Un contratipo es una fragancia que imita a una fragancia de diseñador. Generalmente puedes comenzar con aproximadamente el 1% al 2% del peso total de los ingredientes del jabón. Esto significa que, si estás haciendo un lote de jabón que pesa, por ejemplo, 500 gramos en total (incluyendo todos los ingredientes), podrías comenzar con 5 a 10 gramos de contratipo.Nota: te recomiendo comenzar con una cantidad más baja y ajustar según tus preferencias, ya que algunos contratipos pueden ser muy intensos.
Emplea fijadores de aromas naturales
Los fijadores de aromas son sustancias que ayudan a mantener la estabilidad y duración de las moléculas aromáticas en tus jabones.Aquí te presentamos algunos fijadores naturales que son comunes en la fabricación de jabones naturales:
Polvo de iris: Proveniente de la raíz del lirio Iris, este polvo se mezcla con los aceites esenciales o fragancias y se agrega durante la traza. Se usa en pequeñas cantidades, aproximadamente 3 gramos por cada kilo de aceite. Por ejemplo, si tu fórmula contiene 500 gramos de aceite de oliva, añadirías 1.5 gramos de polvo de raíz de iris.
Arcillas: Las arcillas, especialmente la arcilla blanca o caolín, capturan y absorben moléculas aromáticas. Se incorporan en pequeñas cantidades, alrededor de 3 gramos por cada kilo de aceite. Siguiendo el ejemplo anterior, si utilizas 500 gramos de aceite, añadirías 1.5 gramos de arcilla en el momento que prefieras durante el proceso de fabricación.
Tintura de benjuí: Esta sustancia ayuda a fijar la fragancia. Utiliza aproximadamente el 10% del peso de los aceites esenciales en tu receta. Por ejemplo, si estás haciendo un lote de 1 kilogramo de jabón y añades un 3% de aceites esenciales (30 gramos), también incorporarías 3 gramos de tintura de benjuí (10% de los 30 gramos de aceites esenciales).
Bálsamo de Perú (Myroxylon pereirae): El bálsamo de Perú es un fijador clásico en la perfumería. Aporta notas amaderadas, balsámicas y dulces a las fragancias, lo que lo convierte en un ingrediente valioso para fijar perfumes en jabones. Generalmente en el rango del 0.1% al 1% del peso total de los ingredientes del jabón.
Bálsamo de Tolú (Myroxylom toluifera) y su resinoide: Al igual que el bálsamo de Perú, el bálsamo de Tolú es un fijador rico y cálido que puede ayudar a que las fragancias permanezcan en el jabón durante más tiempo. Por lo general, puedes considerar usarlo en un rango de aproximadamente 0.1% a 1% del peso total de los ingredientes del jabón. Sin embargo, estos valores son estimaciones generales y pueden variar según la receta específica y el nivel de fragancia que desees en tu producto final.
Resinoides: Los resinoides de gálbano, olibanum, opopanax y styrax (Liquidambar orientalis) son extractos aromáticos resinosos que proporcionan profundidad y una base sólida a las fragancias en el jabón. Estos extractos resinosos también se emplean en pequeñas cantidades, típicamente en un rango del 0.1% al 1% del peso total de los ingredientes del jabón.
Cera de abeja: La cera de abeja, además de ser un agente espesante en la formulación de jabones, también puede ayudar a fijar fragancias. Contribuye a la longevidad del aroma en el producto final. Las proporciones oscilan entre el 1% y el 5% del peso total de los ingredientes del jabón, aunque depende mucho de la fórmula que uses.
Escualano vegetal: Este ingrediente, derivado de fuentes vegetales, puede ser un buen fijador y aportar un toque de suavidad y textura a las fragancias en los jabones. Puede usarse en concentraciones de alrededor del 1% al 5% del peso total de ingredientes.
Extracto de ámbar: El extracto de ámbar agrega un matiz oriental y amaderado a las fragancias y es conocido por su capacidad para fijar los aromas de manera efectiva. Generalmente se utiliza en un rango del 0.1% al 1% del peso total de los ingredientes del jabón debido a su capacidad para fijar los aromas de manera efectiva.
Almacenamiento de los jabones para preservar su aroma
Después de completar la fabricación de tus jabones, es fundamental almacenarlos de manera apropiada.Debes guardarlos en un sitio fresco y oscuro, ya que la exposición a la luz y al calor con el tiempo puede degradar las fragancias.
Para mantener los aromas intactos en tus jabones hasta que estés listo para utilizarlos, te recomiendo emplear envases herméticos o envolturas herméticas.
Opinión personal y experiencia
Este punto es una opinión personal basada en la experiencia que tengo y en los conocimientos adquiridos durante estos años.El artículo en sí, es una teórica base general que te ayudará si estás empezando a fabricar jabones de forma artesana.
Si tu intención es aprender, olvida las recetas formuladas y aprende la base para desarrollar tú desde cero.
Mi consejo es: experimenta punto por punto y desde una base simple. Lo que viene siendo no empieces la casa por el tejado
Haz jabones simples antes de proceder a formulaciones complejas. Sin aditivos y sin colores. Es más importante de lo que imaginas.
Anota todo lo que haces en cada elaboración para luego poder comparar con suficiente información.
Experimenta primero con los aromas simples y sus porcentajes de uso.
Desarrolla tu olfato prestando atención en el aroma añadido en traza líquida y en traza avanzada. De esa forma verás la diferencia en la durabilidad de la misma una vez curado.
Tras las 48 horas, anota todo lo que percibes e incluso, el tono que adquiere el jabón (si se mantiene en color o ha endurecido).
Una vez controlas lo anterior, ves más allá y prueba con las mezclas de aromas. Ten en cuenta que no todos los aromas casan con el resto. Si te interesa saber más de ello, déjamelo en los comentarios y subo artículo.
Prueba los fijadores de aroma más sencillos como son las arcillas, resinas, polvo de raíz lirio o la cera de abeja. Realmente no necesitas más y funciona de maravilla.
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