La fabricación de jabón, tanto para principiantes como para expertos, puede presentar desafíos. No importa la experiencia, en cualquier momento nos podemos enfrentar a problemas durante el proceso. Sin embargo, la clave está en comprender y diagnosticar los errores para aprender a resolverlos eficazmente. A continuación, analizaremos algunos de los problemas más comunes en la fabricación de jabón y cómo solucionarlos.
Problemas y soluciones en los procesos de saponificación en frío
Jabón Seco y Desmenuzable
Uno de los problemas más comunes es que el jabón se vuelve seco y quebradizo, desmoronándose al cortarlo. Esto generalmente ocurre debido a un exceso de lejía en la receta. Si hay demasiada lejía en relación con los aceites, no habrá suficiente materia grasa para saponificar, lo que resulta en un jabón seco con una textura polvorienta y altamente alcalino lo cual, podría ser excesivamente abrasivo en la piel.
Solución:
Revisa tus cálculos de lejía para asegurarte de que las proporciones sean correctas. Utiliza una calculadora de lejía para ajustar la receta y así evitar errores en las cantidades para la próxima vez.
Aquí te dejo un artículo donde te enseño cómo hacerlo.
Jabón Blando y Sedoso
El jabón demasiado blando es otro problema habitual. Un jabón que se siente esponjoso, gelatinoso o que no se mantiene firme puede indicar que hay un exceso de aceite o una cantidad insuficiente de lejía en la mezcla.
Solución:
Verifica nuevamente la cantidad de lejía y aceite en tu receta. Asegúrate de no haber omitido ninguna parte de la lejía o añadido más aceite del necesario. Ajusta las proporciones para que ambos ingredientes estén equilibrados.
Jabón no endurece
Si, tras 24 horas, el jabón aún no se ha solidificado, puede ser indicativo de mediciones incorrectas, mezcla insuficiente o incluso condiciones ambientales incorrectas (exceso de temperatura, descenso abrupto, demasiada humedad...). Este problema también puede deberse a que la masa de jabón no ha alcanzado el equilibrio adecuado durante la saponificación.
Solución:
Revisa las temperaturas y asegúrate de que los aceites y la lejía se mezclen a temperaturas consistentes. Evita que la temperatura descienda demasiado durante el proceso para impedir una traza falsa.
Desarrollo de "Aceleración" en la Masa de Jabón
Este fenómeno ocurre cuando la mezcla de jabón se espesa de forma demasiado rápida, haciendo difícil trabajar con ella antes de verterla en el molde. Puede deberse al uso de ciertos ingredientes como los aceites esenciales, fragancias que contienen euginol/geraniol.
Solución:
Usa aceites y fragancias que estén probados para la elaboración de jabón y que no causen este problema. Además, controla las temperaturas de la solución de lejía y los aceites para que no estén demasiado calientes al mezclarse.
Aceites que rezuman
Si al cortar el jabón observas pequeñas bolsas de aceite en la superficie, es probable que se deba a un sobreengrasado incorrecto. O también, que esos mismos aceites o incluso, aceites esenciales no han sido mezclados correctamente.
Solución:
Asegúrate de mezclar bien todos los aceites antes de verter la mezcla en el molde. Si ya has cortado el jabón, puedes esperar a que el aceite se reabsorba, pero si no lo hace, considera volver a batir la mezcla.
Separación de la masa de jabón
Este problema ocurre cuando el jabón se separa en capas, dejando una capa de aceite en la parte superior y la parte más espesa en el fondo. Suele ser consecuencia de no alcanzar la traza durante la mezcla.
Solución:
Mezcla bien hasta que la masa de jabón alcance el punto de traza (cuando tiene una consistencia similar a la de un pudín).
Jabón pegajoso
Si después del curado el jabón tiene una textura pegajosa, es posible que haya demasiada agua en la receta o que el jabón no se haya curado lo suficiente.
Solución:
Revisa la cantidad de agua que estás utilizando y asegúrate de que el jabón cure durante el tiempo recomendado, generalmente entre 4 y 6 semanas, para que pierda el exceso de humedad.
Manchas Anaranjadas
Las manchas anaranjadas, también conocidas como son un problema temido por muchos fabricantes de jabón. Estas manchas suelen aparecer en los jabones con sobreengrasado (aceites que se añaden tras la traza para obtener un jabón más hidratante y que no se saponifican).
Esos aceites añadidos, con el tiempo pueden oxidarse más rápido que los usados en la saponificación del propio jabón, provocando así la aparición de manchas anaranjadas.
Es un problema inevitable por mucho que usemos aceites con largos vencimientos.
No hay solución.
Polvos Blancos en superficie ( Ceniza de Sosa )
La aparición de polvos blancos en la superficie del jabón, conocidos como ceniza de sosa, es otro problema común. Estos polvos se forman cuando la lejía reacciona con el dióxido de carbono del aire durante el proceso de curado, creando una fina capa blanca en la parte exterior del jabón.
No es un problema en si, pero puede dar medidas incorrectas en la medición de pH.
Solución:
Aunque la ceniza de sosa no afecta la calidad del jabón, puede ser estéticamente poco atractiva. Para evitar su formación, cubre los moldes con una tapa o una lámina de plástico durante el proceso de curado, evitando el contacto directo con el aire. Si ya ha aparecido la ceniza, se puede eliminar frotando suavemente el jabón con un paño húmedo o sumergiendo las barras en agua durante unos segundos y secándolas.
Grietas en la superficie
Cuando el jabón se calienta demasiado durante la gelificación, puede agrietarse en la parte superior.
Este problema puede ocurrir por muchas cosas:
Se han empleado aceites/mantecas que elevan más temperatura de lo normal en la fase de gelificación.Uso excesivo de arcillas, hacen que reduzca la humedad y se formen grietas o quiebres una vez curado el jabón.
Ingredientes como el azúcar o la leche, también aumentan la temperatura.
Moldes de aluminio
Solución:
Si notas que las grietas son recurrentes, prueba cambiando a un molde menos aislado o elevando el molde para permitir una mejor circulación de aire. Aunque estéticamente no es ideal, el jabón sigue siendo seguro para usar.
Manchas Esteáricas
Las manchas blancas o puntos blancos que se pueden dar en el jabón, ocurre en fórmulas en las que se añade ácido esteárico para darle dureza. Lo que ocurre, es que el ácido esteárico no se ha disuelto completamente debido a una baja temperatura y queda en forma de grumos sólidos.
Solución:
Derretir primero los aceites sólidos (ojo con la manteca de karité) junto con el ácido esteárico antes de mezclar con la lejía. Asegúrate de que tanto los aceites/mantecas como la lejía, tienen la misma temperatura antes de mezclar.
El Jabón no llega a traza
Si el jabón no se espesa correctamente o no alcanza el punto de traza, puede deberse a lo siguiente:
Fórmula inadecuada (error de cantidades, excesiva agua en la lejía).Batido insuficiente.
Mezcla de aceites/mantecas y lejía a temperaturas diferentes.
Aceites que tardan más en trazar.
Ten en cuenta que mezclar a la antigua usanza ( a mano ) puede ser menos efectivo que usar una batidora, por lo que precisarás de más tiempo para alcanzar traza.
Solución:
Utiliza una batidora de inmersión para mejorar la agitación y reducir el tiempo de mezcla.
Verifica la fórmula por si hubieras errado y no sobrepases el 40% de agua en la fórmula.
Antes de mezclar la lejía con los aceites, ¡comprueba la temperatura!.
Aceites como el ricino, palma o karité entre otros, aceleran la traza rápidamente. Puedes variar tu fórmula y añadir alguno de ellos para facilitar la traza en caso de que sea un problema constante en la fórmula que uses.
Truco: algunas esencias o aceites esenciales con eugenol/geraniol aceleran mucho la traza ¡pero cuidado porque te costará enmoldar si no lo haces rápido! También puedes añadir otros ingredientes para endurecer aunque eso, lo veremos en otro artículo.
Anillo de Gel
El anillo de gel es un fenómeno que ocurre durante el proceso de saponificación, cuando el jabón se calienta y pasa por la fase de gelificación. Este anillo puede aparecer si el proceso de gelificación se interrumpe o si las temperaturas varían durante el enfriamiento.
Solución:
Para evitar el anillo de gel, puedes optar por omitir el proceso de gelificación colocando el molde en el refrigerador o congelador, o bien asegurarte de que el jabón se mantenga a una temperatura constante durante el proceso.
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