Simplemente se trata de personalizar una taza de desayuno con un estupendo dibujo y después llenarla de chucherías, bombones, caramelos... En la fotografía podéis ver cómo nosotros, para darle más volumen al regalo colocamos todas las chucherías en palos de brochetas, pero podéis llenar simplemente la taza o como más os guste.
¿Y cómo pintamos la taza? Os vamos a enseñar un paso a paso de cómo hacerlo, ya que pintar directamente sobre la taza no es fácil, debido a la superficie curvada de la misma, y si ya lo que queréis hacer es inmortalizar un dibujo de los peques de la casa el que ellos pinten directamente aún se complica más. Esta es una forma sencilla de hacerlo:
Primero de todo preparamos el dibujo que queremos plasmar en la taza en un papel normal. Para facilitarnos el tema de las proporciones (sobre todo si van a pintar los más pequeños de la casa), podemos medir la altura de la taza que vamos a utilizar y recortar ya un trozo de folio con esas medidas. Lo ideal es dejar espacio en blanco en la parte superior, para evitar que al beber los labios entren en contacto con la zona pintada.
Una vez tenemos el dibujo claro, preparamos la taza, limpia y seca, sin polvo, restos de etiquetas, grasas, etc... y nos ponemos a trabajar:
Cortamos un trozo de papel de calco de la misma altura que la taza y lo pegamos con celo o washi tape a la misma (la cara que calca tiene que estar en contacto con la taza, en el caso de la fotografía es papel de calco amarillo, y la cara amarilla es la que calca y la que está en contacto con la porcelana).
Después colocamos el dibujo encima del papel de calco también con ayuda del celo o washi tape. Una vez colocado todo el dibujo con un lápiz normal vamos repasando por encima. Cuando lo tenemos todo lo retiramos con cuidado:
Ha llegado el momento de ponernos a trabajar con el rotulador especial para porcelana. En este caso hemos utilizado sólo un rotulador negro, pero también podría hacerse con rotuladores de colores.
Con cuidado, repasamos con el rotulador por encima de las líneas amarillas que nos han quedado marcadas. Podéis ir repasando todo el trazo o marcando ligeros puntos, como prefiráis, veréis que a veces el rotulador "resbala" sobre lo amarillo y no queda del todo bien, pero luego lo corregimos al repasar. Vamos haciendo así todo el dibujo y nos quedará una cosa así:
Esperamos unos 15 minutos para asegurarnos que la pintura está seca al tacto y con un pañuelo de papel, trapo o servilleta, vamos a ir suavemente eliminando los restos amarillos del calco:
Una vez que ya no tenemos restos de calco amarillo en la taza, de nuevo tomamos el rotulador de porcelana, limpiamos un poco la punta y podemos ir repasando los dibujos de nuevo si queremos, en aquellas zonas donde no haya quedado lo suficientemente claro.
En el ejemplo que véis en las fotos se trataba de un regalo para el día del padre, en el que participaban los dos hermanos (de cinco y dos años). Como el pequeño lo único que aún dibuja son líneas y borrones sin formas, lo que hice fue "plasmar" su dibujo en la zona del asa, con el mismo procedimiento calcamos una parte del dibujo que había hecho allí. Pero otra opción si son dos hermanos es la de dibujar dos tazas a conjunto, decorar una taza y un bol, taza y plato... como veáis mejor.
Hemos utilizado el rotulador para porcelana que disponemos en la tienda, es de la marca "Hobby Line" de C. Kreul. Con este rotulador podemos pintar además de sobre porcelana, sobre vidrio, metal y cerámica barnizada.
En este caso en concreto una vez limpio debemos dejar secar completamente la pintura unas cuatro horas, después meter en el horno frio y encenderlo con temperatura de 160º, dejarlo cociendo unos 90 minutos. Apagar el horno y dejar que la pieza se enfríe dentro. No es imprescindible, pero si lo hacemos así nuestra pintura quedará totalmente fijada y será resistente al agua y al lavavajillas.
Si utilizáis otro rotulador, leed bien las instrucciones y seguir los pasos indicados.
Una vez bien fría y terminada, colocamos las chucherías o lo que queramos en el interior, envolvemos en papel de celofán... y ¡listos para sorprender!
¡Que lo disfrutéis!