Hay quien todavía no se decide a comprar de este modo, o a tenido una mala experiencia (pésima en algunos casos) y decide no repetir. Para que no te den gato por liebre, pensamos que podríamos ayudarte con unas cuantas sugerencias:
Cuando menos es más. Vale la pena comprar un ovillo en lugar de varios o una bolsa entera. Cuando el ovillo llega a casa, eres capaz de verlo de cerca, tocarlo, y sopesar si comprar más o no. También puedes tejer una muestra y con ella calcular la cantidad que vas a necesitar. Recuerda que si decides comprar la lana para tu proyecto, vas a necesitar un 15% extra sobre lo que hayas calculado. Esto compensará cualquier error de cálculo que hayas podido cometer.
Porque en la vida, no todo es color de rosa. A veces los colores que vemos a través de la pantalla no se corresponden exactamente con el del ovillo o madeja. Esto puede llevar a engaño y desilusión si, por ejemplo, no es el color que esperabas o te habías imaginado. Así que para evitar decepciones, puedes pedir que te envíen un pequeño muestrario de colores (siempre que lo tengan disponible), vale la pena esperar el tiempo que se demoren en enviarlo porque de este modo, evitarás errores y podrás comprar justo el color que tenías en mente.
Unos crían la fama y otros cardan la lana. En la actualidad, hay marcas que empiezan a pagar para que se recomiende sus productos. Sin importar que, en ocasiones, estos no sean precisamente los más adecuados. Vale la pena informarse bien primero del tipo de lana, hilado, fibra, de como se recoge y fabrica, de que está compuesta, de la relación calidad/precio. Por eso creemos que viene bien consultar páginas en donde está información esté expresada de forma clara y sin interés de ningún tipo. Si además la persona en cuestión te cuenta como, cuando y porqué se enamoró de tal o cual lana o a acabado por no confiar en determinada marca, su opinión desinteresada siempre te va a servir como referencia.
Lo barato sale caro. Sí, también nosotras hemos visto reclamos de ovillos a 1???. y de ofertas 2×1 (las menos, claro). No estamos hablando de comprar lanas hipermegapijas, pero tampoco de lanas cuya fabricación suele ser de dudosa procedencia. Me explico, la lana se fabrica ve a saber donde, y después se etiqueta como del país X cuando en realidad esto no es así. Algo que solemos ver en prendas de algunas tiendas casi a diario. Mención especial a esas lanas que “huelen”, y que no siempre provienen del animal. Si te molesta el olor, busca productos que solventen este problema pero que sean respetuosos con el medio ambiente y lleven muy claro como tratar la prenda que tejas. O evita comprar la lana porque tal vez no te compense.
Sé fiel y mira con quién. Si encuentras una lana que de verdad cumple todos tus sueños, no la pierdas de vista. Hay empresas que venden su lana en diferentes grosores. Puedes tejer con ellos diferentes prendas para ti o para regalar ¡y siempre será un acierto! Esto no significa que no debas comprar otras lanas de otras marcas. Es mejor tener media docena de favoritas que no un armario lleno de imposibles.
Con textura y sin picadura. Es inevitable querer tocar la lana, como querer ahorrar tiempo y dinero. Pero es algo que no podemos hacer si la tienda no es física. Si pides un ovillo de muestra, siempre puedes constatar si se ajusta o no a tus necesidades. Si eres alérgica, es mejor saber que fibras pueden resultar molestas y por tanto evitarlas.
Si se masca la tensión, ¡presta atención!. La mayoría de las empresas ofrecen un servicio de consulta online o tienen un listado de preguntas frecuentes (FAQ) que deberías repasar. Pero si aún así no te convencen los detalles del ovillo que en la web ofrecen, puedes tejer tu muestra y comprobar si la tensión coincide o no con la de la etiqueta. Cada mano es única, y si además nos levantamos un día en concreto con el pie izquierdo (juro que pasa), no adelantaremos nada. Teje la muestra tranquilamente y luego compara.
Anímate a crear una lista de pros y contra antes de comprar o pregunta todas aquellas dudas que tengas. Seguro que entonces tendrás clara cual es tu mejor opción. Y si tienes mejor olfato que nosotras (seguro) ¡no dudes y cuéntanoslo!