Cuando llega la hora de preparar la habitación del bebé, una de las primeras cosas que hacemos es elegir la cuna, el colchón y dónde colocarla. Una vez preparada sólo falta vestirla, y claro, ahí ya ni madres ni abuelas nos podemos resistir a elegir y preparar cada detalle con mucho mimo. Por eso mi madre enseguida se puso manos a la obra con el bordado a punto de cruz (tanto el motivo como el arte para hacerlo es cosa suya) y yo, en cuanto estuvo terminado, elegí la combinación de telas y los remates para la colcha… ¡Y este es el resultado!
¿Qué materiales que necesitamos?
1m de tela panamá para bordar o tela de algodón estampada
1m de tela de algodón para sábana
1m de guata para el relleno
4 m de biés
4 m de piquillo
Tijeras, aguja e hilo a tono con las telas
Máquina de coser (opcional)
¿Cómo hacemos nuestra colcha para cuna?
Hacer esta colcha para cuna es de las labores más sencillas que hay. Para empezar cortamos tres piezas iguales de 70 x 120 cm, que será el tamaño que tenga nuestra colcha. La primera pieza será de tela panamá para bordar a punto de cruz, una vez cortada podemos encuadrar el dibujo que queramos bordar para que quede centrado como en nuestro caso. También podemos elegir cualquier otra tela estampada de algodón o piqué que nos guste para que sea el motivo principal de la colcha para cuna. La segunda pieza será de guata, con la que irá rellena. Y la tercera pieza será de tela de algodón para sábana, un algodón muy fino y suave porque estará en contacto con el bebé. Yo he elegido una tela azul de topos blancos a juego con uno de los colores del bordado, para contrastar con el blanco de la tela panamá.
A continuación superponemos las tres piezas de tela de manera que la guata queda en el interior de las dos telas y los dibujos o motivos de las mismas quedan hacia el exterior. Y por último ya sólo nos queda rematar la colcha para cuna con un biés. En este caso he buscado un biés azul lo más parecido a la tela de sábana azul, pero como es imposible encontrar el azul exacto, colocamos un piquillo blanco entre el biés y la tela azul, para que le dé contraste.
Y ya sólo queda vestir la cunita y esperar que nuestro bebé descanse tan bien como el osito que tiene bordado… Pero eso ya no será cosa nuestra.
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