Las modificaciones del patrón han sido: abrir un poco más las pinzas del talle para que no quede tan ajustada como el vestido, cerrar las pinzas del cuello y no poner vista en el cuello, sino un cuello tipo camiseta con la misma tela.
Me hubiese gustado unos 4cms más larga, pero ya se sabe que en estos casos uno se tiene que adaptar a lo que hay.
Cuando un patrón me gusta como me queda, sobretodo de hombros y sisas, lo tengo presente a la hora de hacer otras prendas. Porque simplemente con unas modificaciones nos podemos hacer un sin fin de modelos diferentes.
Y esto lo que sigue es algo que no creía que haría nunca. Pero aquí los tenéis, mis agarradores de cocina a juego con el vestidito para las pinzas de tender, si es que en el fondo soy una maruja (muy pero que muy en el fondo).
Están hechos con los retalitos de tela que voy guardando, esta es la razón porque hay corazones hacia todos los lados.
A ver si empiezo a coser algo medio decente, porque últimamente estoy desganada con la costura, solo voy de chorrada a apaño de alguna prenda. Eso sí, ganas de meterme en la cocina a hacer comida "super light" me sobran. Vaya operación biquini que estoy haciendo, este año fijo que en la playa arraso jajaja.
Y para los que haga poco que les hayan diagnosticado celiaquía o intolerancia al gluten, que no desesperen, que con un poco de práctica, trabajo y muchísima voluntad, se consigue comer muy bien. Aunque haya cosas que sigan siendo un sueño para mi paladar, como una ensaimada mallorquina rellena de crema quemada. Otro de mis sueños era la pasta de hojaldre, había probado con múltiples recetas y comprado otras tantas y ni se parecían a la auténtica. Y digo era, porque por fin he comido masa de hojaldre buenísima y a buen precio, algo impensable en los productos sin gluten. Es la masa de Adpan que compré en Alcampo por unos 2? y poco, un olé por Adpan.
Pan con quinoa, bizcocho de zanahoria, quiche de coliflor y puerros, bizcocho de naranja con semillas de añís, pastel de hojaldre Adpan con fresas, coca de trampó mallorquina y magdalenas de chocolate con frambuesas. Ahí queda eso. Todo sin gluten y mucho mejor que lo que venden hecho. Ains... y luego me quejo que estoy cogiendo peso.
Tengo ganas de que llegue de verdad la primavera, no solo en el calendario, y hacerme vestidos de esos que me gustan tanto. A ver si se me quitan las ganas de horno y me entran las de la máquina de coser que eso no engorda.
Hasta la próxima, salud y buena costura.
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