La idea surgió a partir del mueble que tengo, que restauré hace algunos años. No quise pintarlo, quise mantener la esencia del mueble tal y como era y tal y como lo veía yo de pequeña. En su origen era la antigua máquina de coser de mi madre. Pero lo veía algo oscuro, así que decidí ponerle algo de color de esta manera.
El proceso es más sencillo de lo que parece. Empezamos haciendo hexágonos.
Aquí mis "ayudantes"
Os dejo el videotutorial que he hecho para que aprendáis a hacer estos hexágonos:
Cuando ya tengamos todos los que necesitemos es momento de hacer la composición. Id colocándolos tal y como os gustaría que quedara, pero eso sí, del revés, ya que la unión la vamos hacer obviamente por la parte de atrás.
Hay varias técnicas para unir piezas de ganchillo, en esta ocasión vamos a coserlas. Necesitamos una aguja lanera y un ovillo de uno de los colores que hayamos utilizado para hacer los hexágonos (yo utilicé el blanco). Pero no os preocupéis, cuando le demos la vuelta no se verá. Enhebramos la aguja y le hacemos un nudo al final del cabo como de costumbre. Vamos a pasar la aguja por dentro del hueco de cada punto alto, cada puntada va a unir cada punto alto de un hexágono con cada punto alto del otro. En la foto que os muestro abajo se ve claramente:
Una vez unidos todos los hexágonos, es momento de hacerle el borde. Yo he utilizado el color rojo para que resalte más. Se trata de hacer puntos bajos a todo el contorno de nuestro camino de mesa. Y ese será el resultado final.
Fácil, ¿verdad? Pues ahora os toca a vosotros. Si os animáis me encantaría ver vuestras versiones y descubrir qué colores habéis utilizado, así que podéis mandarme un mail o publicarlas en Instagram etiquetándome como @nat_sparkles_ y así podré verlas. Igualmente, si tenéis dudas o queréis decir algo, los comentarios son muy bien recibidos.
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Un abrazo y hasta la próxima!