Lo primero que llamó mi atención fue el dormitorio de la casa, totalmente metido en la montaña. Las paredes estaban formadas por la propia piedra, solo que encaladas para dar un aspecto de vivienda, y la decoración estaba basada en elementos antiguos restaurados.
El cabecero estaba hecho a mano en macramé, y cuando me acerqué me di cuenta que el material con el que estaba trabajado era trapillo Como soporte, usaba una rama de un árbol, y para decorar entre los nudos, trozos de caña seca. Me encantó la combinación de los elementos de la naturaleza con el trapillo fucsia, le daba un toque al dormitorio de lo más chulo.
Como me quedé totalmente enamorada, y además cada vez se llevan más los tapices para decorar las paredes hechos con lanas, cuerdas y todo tipo de hilados, en las excursiones que hice a la playa me dediqué a recolectar palitos de madera con formas bonitas para hacer mis primeros pinitos en esto de la decoración con tapices. Evidentemente no me traje uno de estas dimensiones porque me resultaba imposible transportarlo, pero ganas no me faltaron jeje.
También en macramé, encontré este porta velas colgante hecho en esta ocasión con cuerda de nylon tipo cabo, de las que se usan en los barcos. El soporte para la velita era de cristal, y se trataba de una pieza utilizada en los postes eléctricos, de nuevo reciclando objetos
No es la primera vez que veo estos objetos, pues Dori tiene dos en el piso de la playa también a modo de portavelas, sin embargo, ella los coloca simplemente sobre la mesa sin añadir el toque de macramé. Sin duda quiero mostrarle estas fotos porque quedarían super románticos en su terraza si los cuelga.
Estos son los tesoros que os traigo hoy, si no queréis perderos otras cuantas joyas handmade, no dejéis de visitar el blog y la página de facebook porque la semana que viene os traigo la segunda entrega de mi experiencia en la casa cueva
Un besico y que tengáis un buen fin de semana
M.