La chica que nos lo vendió a mi marido y a mi, estaba cambiando todo el comedor y había quitado un mueble que iba de pared a pared, de esos antiguos en madera color oscuro que sirven para poner la tele, libros…
Cuando ya teníamos el recibidor cargado en la furgoneta, nos dijo que en el rellano del portal había dejado unas maderas que si nos servían nos las daba. Así que las maderas al final se vinieron a casa, ya por el camino de vuelta a casa les habíamos dado utilidad. Las maderas eran la estructura de la base del armario que estaba quitando del comedor.
En la exposición de muñecas antiguas que estamos haciendo, me faltan estanterías por arriba de la cabeza y se nos ocurrió que pintando esta base de armario serviría como estantería para las muñecas pequeñitas, el problema que al ser de melamina el exterior, la pintura no fija bien, pero con un poco de paciencia y para el dinero que habían costado había que intentarlo.
Después de lijar un poco toda la base de armario, pintarla varias pasadas en blanco satinado, aún no quedaba muy bien, un pequeño truco que lo arregla todo, fue una pinceladas en fucsia y color malva acrílico que tenia a mano, después se le pasa la esponja. Eso disimula bastante el blanco de bajo.
De momento hasta que tenga algo mejor, creo que me hacen su papel.
Os dejo unas fotos de como ha quedado en la habitación, aunque todo esta de momento dejado caer, ya que hay muchas muñecas y se tienen que arreglar bien.
“La felicidad es algo que no se puede tener todo el tiempo porque seria demasiado aburrido. A veces se llega y se agarra, y es ahí donde hay que guardar para los tiempos extraños. Pero estoy en eso, soy un buscador de la felicidad, que es lo que te hace permanecer creativo y en la creatividad puedes ocuparte de algo positivo. Eso te hace sentir bien”
(Ricardo Arjona)
Despedirme hasta el próximo post y desearos que tengáis muy buen fin de semana.
Conchi