Compré una bandeja de madera en los chinos y la lijé bien para eliminar imperfecciones.
Le di dos manos de imprimación y después otras dos manos de pintura, azul por la parte de abajo y amarilla por arriba, lijando suavemente entre capas.
Eché cola en la parte interior de la bandeja y pegué la servilleta de flores intentando no dejar arrugas.
Pinté el borde superior con un tono parecido a algunas flores de la servilleta.
Luego con una brocha casi seca pinté con el mismo color sobre la pintura azul, lijando una vez seco para darle un aspecto desgastado.
Con plantillas hechas con acetato de radiografías hice en los lados de la bandeja unos stencils con pasta de relieve teñida con un poco de pintura ocre.
Esperé a que estuvieran completamente secos y los lijé muy suavemente.
Y por último le di a toda la bandeja dos manos de látex un poco aguado.