Hay ocasiones en que para montar el árbol hay que "desmontar" parte de la casa para hacerle sitio... en mi caso, hay que alterar bastante la decoración habitual del salón para hacer hueco a la navideña. El árbol es bastante grande y siempre nos las tenemos que ingeniar para colocarlo en un lugar visible, pero que no entorpezca demasiado.
He hecho mi versión de un arbolito de tablas de madera, aunque cuando sugerí en casa que sería buena idea sustituirlo por el árbol de siempre, mis hijos me dijeron que ni hablar... menudos son ellos, tan tradicionales para estas cosas... y cualquiera les iba a dejar con las ganas, pobrecitos míos.
Si para ellos poner el árbol es uno de los momentos más esperados del año!!!... aunque sieeeempre terminen discutiendo: "has puesto dos bolas muy juntas, es que no te fijas, niño".... "es que claro, tú eres la que mejor hace todo siempre" etc. etc. etc...
Bueno, pues al final, todos contentos, como tiene que ser. Ellos con su árbol de toda la vida, y yo con mi árbol de tablas.
Primero, he pintado varias tablas de distintos tamaños en disminución. He utilizado básicamente tonos blancos, crudos, grises, azules, tostados, marrones y granates, con algún que otro toque plateado.
Combinando colores, sombreados, siluetas de madera y marmolina, estarcidos, relieves y servilleta, he ido decorando las tablas:
Y poco a poco, inventando según lo iba haciendo, el árbol ha ido tomando forma.
No me digáis que esta servi no parece enteramente lana...
Sobre este relieve, alguna pincelada plateada muy sutil.
Y por supuesto, la estrella que coronará el árbol.
Por último, he unido todas las tablas con la pistola de silicona...
... y le he añadido un tronco al arbolito:
Con muchísimo cariño, vuelvo a desearos una noche mágica y unas bonitas fiestas junto a todos los vuestros.
Muchos besos!!!