Cuatro palos y ya tienes un Árbol de Navidad de lo más natural.
Durante el año voy guardando cosas que me puedan servir para los talleres de manualidades.
Tenía una caja de madera llena de piñas, que ya te enseñaré para qué las utilizamos y otra llena de palos que recolecté en una excursión con los niños y las niñas de la Escuela de Verano.
Hasta muy adentrada la noche me quedé pegando las ramas para que pareciera un árbol.
Si piensas hacerlos con niños lo que te recomiendo es que fijes las uniones con hilo porque algunos no se fijaron bien con la silicona caliente y ¡chof! de árbol volvió a ser palo.
Lo único que tenían que hacer era ir enrollando hilos y pegar la estrella que ya traía dibujada en goma eva verde con purpurina.
Como la idea era que colgaran el árbol les puse un hilo de saco y ¡hala, venga! a decorar por Navidad.
¡Chao!