Y esa es la historia de este conjunto.
Milagros me pidió una funda de móvil y una funda de cuaderno para su amiga Pruden. A mí se me ocurrió que formaran un conjunto. Ella me pidió tonos verdes alegres y a mí se me ocurrió... que no me iba a gustar. Busqué entre mis telas, que desde que las ordené todo lo encuentro más rápido. Y encontré más telas de las que yo pensaba. Tonos alegres, vitalistas, que poco a poco cogieron forma... y me enamoré.
Así que después de hacer el plato Dresden decidí poner un corazón.
Como Milagros quería que la funda se pudiera cerrar, un lazo verde fue una buena solución. Y para la funda de móvil, un cierre magnético, que es rápido y cómodo de usar.
Pruden ha comenzado en el mundo del patchwork y tenía que esmerarme, lo hice con todo mi cariño, y me cuentan que le ha gustado mucho.
Antes de despedirme hice esta última foto y casi echo una lagrimilla. Sorpresas agradables que surgen cuando coso para otra persona.
¡¡Feliz fin de semana!!