La historia comenzó el día que una amiga, Salud, me dijo que quería hacerme un encargo para un regalo de una amiga. En principio ella había pensado en una camiseta, pero mientras decidíamos qué modelo iba a querer, le vino de pronto una idea y me planteó la posibilidad de hacer una funda en la que guardar su portátil. La persona a la que iba a hacer el regalo, es profesora y necesita llevar todos los días el portátil a clase, así que podía ser una buena idea para que así lo lleve protegido.
Las condiciones eran que fuese a la medida del ordenador, por supuesto, que tuviese colores alegres y que estuviese decorado con algún dibujo.
Ya que quería que fuese con un estampado alegre, decidí emplear una funda nórdica que había adquirido en uno de mis paseos por Ikea hacía algún tiempo, y que compré ya sabiendo que no la usaría para la cama, pero me atrajo tanto su colorido, que la guardé para cuando se me presentase la oportunidad ;-). No puedo decir el nombre de esta funda, porque la verdad es que no lo recuerdo y ahora creo que ya la han descatalogado :-(.
Además de la tela de esta funda nórdica, he empleado otro elemento de Ikea en su realización: entre las telas he colocado dos capas de manta polar POLARVIDE para que quede más mullida y así el portátil permanezca bien protegido.
Y finalmente, en la parte delantera, empleé una tela en color liso amarilla, combinando con la anterior de colores, donde he dibujado dos pequeños monigotes, un niño y una niña cogidos de la mano, para darle un cierto toque infantil ;-).
Pues esta funda, después de la transformación, ha quedado de esta manera:
DETALLE DE CIERRE
DETALLE DE PORTABOLÍGRAFOS EN LA TAPA
DETALLE DE INTERIOR
Espero que os haya gustado el resultado. Ya veremos que le parece a su destinataria final, que aún no lo ha recibido.
Besos y hasta la próxima entrada.