Dos personas a las que quiero mucho me pidieron un álbum de comunión para una niña a la que también quiero un montón. Me hizo mucha ilusión, y lo que en principio iba a ser un álbum menos extenso se convirtió en casi un libro. Caben más de 30 fotografías.
La base es uno de esos álbumes de Ikea que aparecen y desaparecen de sus tiendas sin que sepamos muy bien la razón. Es un formato para grandes proyectos, y éste lo era.
Los papeles utilizados son de una colección de K&Company. Quizá poco convencionales para un álbum de estas características, pero muy colorido y alegre. Así huíamos un poco del rosa habitual.
Y la mayoría de los adornos, letras y demás, están hechas con Craft Robo. Parece que me he vuelto a hacer amiga de esta maquinita. Veremos cuánto dura nuestro idilio.
Como son muchas páginas, muchas fotos y puede llegar a cansar, he hecho un vídeo en el que lo podéis ver al completo. Espero que os guste.
Para mí ha sido una enorme satisfacción hacer este álbum. Y espero haber dado en el clavo de lo que querían quienes me lo encargaron. Y no viajó solo, iba acompañado de tres letras decoradas, pero ese es tema de una próxima entrega.
Gracias por pasaros, una vez más, por aquí. Hasta pronto.