Empezar en el mundo de las labores a veces desespera, estresa y hace que abandonemos antes de tiempo. Por eso os quiero dar algunos consejos para que empezar implique continuar, para que le cojamos el gusto desde el principio a una actividad que en realidad es relanjante, que despierta nuestra creatividad y que nos ayuda a aumentar nuestra confianza en nosotr@s mism@s.
No es broma, hacer labores engancha!!
Las que estamos metidas en este mundo, sabemos que cada vez que vemos una nueva lana, una tela nueva, o pasamos por delante de un escaparate, nuestra cabeza empieza a funcionar a toda velocidad y se nos empiezan a ocurrir un montón de nuevos proyectos que cada vez forman parte de una lista más larga. Cuando tejemos o cosemos, es nuestro momento. Nos relajamos, nos motivamos y pensamos en cosas que nada tienen que ver con lo que normalmente nos preocupa o nos estresa. Así es que vamos a ver como empezar con cualquiera de estas actividades para que no produzcan el efecto contrario.
1.- Cualquier cosa que hacemos por primera vez nos cuesta aprenderla, pero eso no quiere decir que no podamos hacerlo. Lleva su tiempo, y tenemos que aprender a disfrutar de ese aprendizaje para poder disfrutar de esa actividad. ¿Os gusta leer?, ¿Os relaja?, sí, claro, pero recordáis el camino que tuvistéis que recorrer para aprender a hacerlo?. Pues con las labores pasa lo mismo...
2.- Nadie se teje una bufanda en media hora ni se cose un vestido en 10 minuto. Todo lleva su tiempo, y además de disfrutar con el resultado, hay que disfrutar con el proceso.
3.- Al principio hay que ponerse metas pequeñas. no hay nada más frustrante que elegir una pieza demasiado complicada o demasiao larga como primer proyecto. Elige algo fácil y pequeño, por ejemplo, un gorro de punto, o un monedero en costura, algo que puedas terminar rápido. La satisfacción que produce terminar nuestro primer proyecto es el mejor aliciente para ir a por el segundo.
4.- Si se nos atraviesa un proyecto, déjalo aparatdo, empieza otro, y luego retómalo. Muchas veces nos desanimamos por un proyecto que no que sale, lo mejor es darle de lado temporalmente y ya lo terminaremos cuando llegue el momento.
5.- Los encargos.... cuando empezamos a enseñar las cosas que hacemos enseguida llega una amiga o un familiar diciendo eso de.... ¡¡qué bonito!!, hazme uno a mí!!!. Enseguida nos sube la moral y nos ponemos a ello.... Pero no os olvidéis de intercalar esos encargos con cosas para vosotr@s mism@s u os acabaréis aburriendo. Además, la presión de tener que terminarlo enseguida para poderlo entregar hace que un hobby tan relajante como las labores se acabe convirtiendo en un trabajo de lo más estresante!!!!
6.- No te fuerces, ponte poco a poco. Si hoy no te apetece nada coger la labor, ya la cogerás mañana!!!. No es una obligación más que atender, es un hobby, un momento de relax.
7.- Busca inspiración. Internet es una buena forma de hacerlo. muchas veces escucho eso de.... Tejer me relaja mucho, pero no se me ocurre que hacer y me he cansado ya de hacer el mismo cuello.... Hay miles de ideas esperándote!!
8.- Las segundas oportunidades también son buenas cuando empezamos con una técnica en concreto. Si un día lo intentas y no te sale.... Bueno, nadie nace aprendido. Inténtalo al día siguiente, y otro más... Las cosas siempre acaban saliendo, es cuestión de paciencia, y las labores, si hay algo que nos enseñan es a tener paciencia!!!
9.- Vale, le has dado más de una oportunidad al punto y sigues pensando que no es lo tuyo... Pues intenta coser, o a hacer ganchillo, o haz petit point... Hay mil técnicas distintas y a cada una nos gustan unas más que otras. Si no te ha gustado nada la experiencia de hacer punto, puede gustarte la costura, ¡¡ Quién sabe!!
10.- Te toca deshacer o descoser.... ¡¡Ya estamos otra vez!!. Es que esto a mí se me da fatal. Pues no, llevo toda mi vida haciendo punto y ganchillo, y me dedico profesionalmente a ello, y aún así.... Tengo que deshacer muchas veces!!!. porque da igual lo que sepamos, todas perdemos la concentración en un momento dado, o tejemos sin pensar y se nos olvida medir, o nos saltamos una frase del patrón....
La conclusión de todo esto es que con las labores pasa como con cualquier otra cosa. Los primeros días del gimnasio son espantosos, nos duele todo, agujetas, no conseguimos seguir la clase... pero si insistimos no podemos vivir sin él!!!