Ya veréis lo sencillo y rápido que resulta. Porque una vez que terminamos una labor susceptible de ser enmarcada viene la siguiente cuestión: llevarla a enmarcar. Y claro, a lo que hemos invertido en las telas, los hilos y demás, hay que sumar el precio del enmarcado. Que de acuerdo, que puedes elegir entre gran variedad de marcos, que puedes afinar el tamaño... Pero en estos tiempos que corren hay que afinar el presupuesto (y así tenemos para más telas, más materiales y mas caprichos). No me enrollo más y os cuento. Lo primero, escoger un marco. Yo me fui a Ikea, que para eso lo tengo cerca del trabajo y además, tienen unos que me encantan, los Ribba, que es un modelo en el que hay espacio entre el cristal y lo que se expone. Me gusta por la sensación de profundidad que le da. Pero quien dice Ikea, dice cualquier otra tienda... Además, necesitamos: - Grapadora, que no hace falta que sea de las de tapicero, pero tampoco de las pequeñas, porque tenemos que grapar en la madera- Cinta de carrocero, para sujetar y rematar- Tijeras- Cartulina para hacer el paspartú. Y lo mismo, un paspartú "bueno" queda mucho mejor, pero hay que ir a buscarlo... Esto nos lo podemos saltar si lo que vamos a exponer resalta, pero como las labores eran blancas, era la forma de romper la monocromía (además de igualar con los otros marcos que usé, que eran blancos pero de diferente forma) Desmontamos la trasera del marco (tiene unas lengüetas metálicas), y sacamos la madera. De esta parte no hice fotos, lo siento, pero se ve fácilmente. Lo siguiente es acomodar la tela. En mi caso, y si os fijáis en la foto, no tenía para cubrir toda la madera, porque la parte inferior del bordado a enmarcar estaba muy pegada al encaje del final de la sábana. No era problema porque el paspartú lo taparía... Obviamente, antes habremos lavado y planchado la tela... Y ahora a grapar la tela a la madera: Primero en el centro de uno de los lados, y luego en los otros, poco a poco y tensando bien la tela. Y nos queda así: En la parte inferior, en la que no tenía tela suficiente, puse cinta de carrocero, porque la grapadora no llegaba (tampoco abriéndola...). Y a continuación, el remate: Cortamos la tela sobrante (es mejor dejar mucha mientras grapamos) y pegamos cinta de carrocero para que quede más limpio. La parte de atrás no se suele ver, pero así queda más "curioso", como diría mi madre. Ahora, el paspartú: Utilizamos el que viene en el cuadro como plantilla (aunque se podría hacer más ancho o más estrecho...) Y lo tenemos listo para colocar: Ponemos el paspartú, (primero puse el gris, y luego el que venía en el marco, para darle más empaque, porque la cartulina es fina), la madera con la labor y cerramos las presillas: Y ya tenemos nuestra labor enmarcada: Variaciones que se me ocurren, jugar con los dos paspartú, haciendo uno más pequeño que el otro, o poner en el hueco, algún elemento de costura: algún carrete antiguo, unas tijeritas de bordar, dedales bonitos... Como veis, es algo fácil y rápido. Ahora ya no hay excusa para tener nuestras labores terminadas en el cesto. ¿Os atrevéis? Este fin de semana tendré un poco de todo: ordenar el mueble de las especias y los aceites (es el reto para la semana que viene), y seguir con mis objetivos de cambios en el dormitorio. El lunes os cuento ¡Feliz fin de semana! Y recordar que si no os queréis perder nada, me encontraréis en:
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