O la suerte de saber coser y hacer patrones.
Inspirado en los camiseros de los años cincuenta y un poco influenciada por algunos modelos con los que Zara ha triunfado este verano.
No va a ser el último vestido que me confeccione este verano...
El tejido comprado por Internet en una web de telas, el año pasado, es de algodón pero no es de muy buena calidad.
Tampoco me importa, porque este tejido, un poco abierto y de algodón de muy poco peso, es ideal para darle el toque vintage que yo pretendía, además de ser muy fresco.
Por otro lado, tengo que reconocer que fue el único tejido de rayas blancas y azules de gran tamaño que encontré.
Cuerpo semi entallado, canesú en la espalda y hombros ligeramente adelantados.
Pinza de pecho casi horizontal, y pliegue en el canesú, delantero y espalda.
Corte en el talle, falda de media capa con bolsillos en las costuras.
Inevitable cinturón.
El toque final, unos botones a contraste, de color rojo.