Esta lámpara la compré hace unos años y estaba en el dormitorio de los gemelos, cuando dormían en dos camas paralelas. Pero al nacer Celia, que tuvimos que reorganizar la casa, la coloqué en el dormitorio de ella.
El pie es de hierro pintado de blanco decapado, y la pantalla, de yute, pero muy sosa...
Así que cogí la Silhouette (que hay que amortizarla), vinilo plateado, y preparé un par de palabras:
"Dulces sueños", porque es lo que una madre (y un padre) siempre deseamos cuando nuestros retoños se van a dormir. Y para rematar, un corazón con una pinza de Maisons Du Monde.
Ha quedado bonita, ¿verdad?
Poco a poco os iré enseñando mis avances, sobre todo el cambio más grande: el armario! Que ya está en su habitación y ayer aproveché para colocar sus cositas (además, de algún toque de esos personales que me gustan a mí)
¡Feliz fin de semana!