Hace mucho tiempo que no subía al blog nada de ganchillo ni de punto de cruz.
Así que, provechando que estamos en una de las semanas más tranquilas en el mundo blogueril, la segunda semana de agosto, en la que casi todos andan de vacaciones o a medio gas, voy a hacer un pequeño resumen de mis "trabajos" de estos últimos meses.
Como ya comenté en otra ocasión, voy muy lenta en todo. Tengo la mala costumbre de meterme en 40 berenjenales al mismo tiempo; por otro lado, ahora hay más complicaciones de trabajo, por eso me lo tomo con más tranquilidad.
Y vamos con el punto de cruz. He hecho varias cosillas para niños que han nacido o están a punto de nacer (y todavía tengo mucho entre manos).
Empezamos con una tanda de baberos con nombre:
Éste, aunque, como veis, es sencillito, me complicó un poco la existencia al principio. Cuando me dijeron que el chiquillo se iba a llamar "Jerónimo", pensé: "Joer, ¿no había un nombre más largo?" (claro que también le podrían haber bautizado como "Diego Armando" o "Valentín Alberto", así que la cosa podía haber sido peor, jajaja).
Pero, fuera de bromas, era difícil encontrar un tipo de letra adecuado para que un nombre tan largo cupiera en un babero, y que no resultara demasiado soso. Al final, encontré estas letras... y me gustó el resultado.
Esto es una bolsita para pañales o ropita de bebé. La compré hecha (yo no coso tan bien), y lo único que hice fue bordar la cenefita con la ropa tendida. Quedó graciosa, creo...
Detalle del bordado.
Ahora pasamos a la sección "Baberos con animales". Aquí tenemos un ciervo:
Un dibujo más simple, con gatitos:
Y aquí tenéis un primer plano del ciervo:
Y pasamos al ganchillo. El chal de la foto inicial de esta entrada es de algodón, así que sirve para un verano fresquito o para una primavera u otoño como los de esta zona (yo sólo me lo he podido poner una vez).
Siento no poder ofreceros otra modelo más "apañada", pero es lo que hay, jajajaja.
Y aquí tenéis otro chal. Éste es de lana (es decir, de invierno).
Para mí, fue un reto: el tema de los cuadraditos tiene más "intríngulis" de lo que parece, y me costó. Pero aquí está.
Hay un tercer chal, invernal también, que no inmortalicé por si me daba algo, jajaja. Lo terminé ya avanzado mayo, y no estaba el tiempo como para colocarse un chal de lana, así que lo guardé en la caja de las "cosas de invierno", y ya "saldrá del armario" cuando llegue el frío.
Espero que os hayan gustado mis "manualidades".
(NOTA: Aprendí a hacer los chales en dos cursos "online" de "Buscando Comienzos". Los tutoriales son suyos, y se reciben al apuntarse en esos cursos) .