Como verás, te pongo que la lija es opcional, y es que depende de la lata que quieras reciclar, si tiene los bordes "suaves" como la mía, no tendrás que hacer nada, pero si es una lata que abriste con abrelatas, mejor pasarle una lija de grano medio-grueso para evitar cortes.
Es importante que elijas una pintura que sea esmalte (de la que se limpia con disolvente y/o aguarrás) y no que sea al agua (las que se limpian con agua), porque así quedará más sellada y la pintura no se levantará ni se arañará.
Es normal que cuando abras tu lata la pintura esté algo "rara":
Tienes que revolverla bien antes de pintar, para que se mezclen bien los componentes; yo utilicé una cucharilla de plástico, que después puedo tirar directamente.
así está mejor!
Bueno, es hora de ponerse los guantes y cubrir la mesa o donde vayas a pintar, para no estropear la superficie. Dale una pasadita a tu lata, y si quieres, deja secar y repite el proceso. Como va a ir cubierta con las washi tapes, no fui muy quisquillosa en el acabado, como podrás ver.
Respeté los tiempos de secado entre las dos manos de pintura que di y lo dejé toda la noche secando, porque mi intención era tener una base sellada y totalmente blanca, donde puedo pegar y despegar mis washi según necesite o según vaya cambiando la decoración en casa.
Cuando tengas tu lata con el color que elijas, es hora de decidir qué colores usar...
tuve ayudante para terminar la decoración, elegimos tonos rojos y blancos, cómo no!
Pega tus cintas como más te gusten y listo! ya tienes tu portalápices (o lo que quieras poner dentro!) Al utilizar el fondo blanco, los colores resaltan mucho más, no crees?
Espero que te haya gustado este tutorial sencillito, es mi bienvenida al año para ir volviendo de nuevo a la rutina...
un besito!!