Hace unos meses me di cuenta de que necesitaba un corcho para ir pinchando cositas y tenerlas a mano, encargos, tarjetas, recordatorios... No quería tener un corcho soso rondando por mi casa, así que pensé que quizás forrándolo con tela me quedaría mono, y ya que estaba, le hice fotos al proceso por si quedaba bien poder enseñarte cómo lo hice yo, así que ahí va, por si te animas a aprovechar el fin de semana y hacer el tuyo.
Materiales
Una pieza de corcho (yo conseguí 2 salvamanteles de 30x30cm por algo más de 2€)
Pegamento en Spray
Apresto (opcional)
Tela
Cinta o cuerda para poder colgarla
Fieltro
Tijeras
Bolsa de plástico o cartón
Mide tu corcho y añade 5cm a cada lado. Plancha bien tu tela, y si quieres, ponle un poco de apresto para que coja cuerpo (así se notarán menos las posibles arruguitas que te puedan quedar)
Protege la mesa donde vayas a trabajar con una bolsa de plástico cortada a la mitad, ten cuidado, porque el pegamento en spray se "dispersa" mucho, y aunque tú dispares hacia un sitio es fácil que todo lo que está al rededor quede rociado y pegajoso. Puedes sujetar el plástico con un poco de cinta de carrocero para que no se te mueva.
Además del plástico, usé una caja de cartón abierta sólo por un lado, así no corría riesgo de que el pegamento acabara en la silla por algún golpe de viento mientras rociaba, que hacía mucho viento ese día.
Coloca tu corcho en el plástico o en el cartón y rocía con pegamento, con un poco será suficiente. Ten cuidado de no pegar demasiado el spray, porque puedes acabar con chorretes de pegamento, como me pasó a mi en la primera pasada, jajaja. Coloca el corcho centrado encima de la tela, que estará con el revés hacia arriba. Presiona bien; yo utilicé un rodillo de cocina para que no quedase ninguna burbujita de aire o pliegue.
La verdad es que quedó bastante bien, no crees?
Haz un corte en diagonal en cada esquina, a unos 4 cm del borde del corcho.
Ponlo de nuevo sobre tu zona de trabajo y rocía con muy poco pegamento, lo suficiente para que quede pegada la siguiente doblez.
Dobla el borde de la tela hacia adentro, dejando suficiente tela como para que cubra la esquina.
Rocía de nuevo sobre los bordes, y presiona bien para que quede marcado el borde del corcho
Dobla los extremos de la tela hacia adentro. No es necesario que hagas un doblez previo, porque esta zona quedará escondida.
Presiona bien las esquinas para que queden cuadraditas y sin bultos.
Corta un cuadrado de fieltro de 0,5cm menos que el tamaño de tu corcho, y dos tiras o cuerdas (las mías medían 10 cm)
Haz dos pequeños cortes en el fieltro a 5 cm del borde.
Mete tu cinta o cuerda por esos huequitos y pon un poco de pegamento.
Cubre con dos trocitos de 5x5cm de fieltro. Ves lo que te digo de que el pegamento se rocía por todos lados? En mi caso no pasó nada, porque el pegamento al secar queda invisible, pero hay algunos que sí se ven, te recomiendo hacer una prueba sobre el cartón o cualquier otra superficie y esperar a que seque (muy rápido), para ver si el tuyo también seca transparente.
Ya puedes rociar la trasera del corcho y colocar "la tapa" de fieltro, dejando las cintas hacia afuera, eh? Presiona firmemente con el rodillo, igual que antes.
Ya tienes tu corcho vestido y con colgadores!!
Me gusta prestar mucha atención a los detalles, y me parece que tapando los bordes de la tela con el fieltro queda un trabajo más limpio, no crees?
Ya puedes colgarlo donde quieras y colgar tus tarjetas, recordatorios, fotos ...
En menos de media hora tendrás tu corcho tuneado y único, ¿te animas?
Un besito!