Os podría contar tooooooda la teoría que hay detrás de este efecto óptico, pero qué mejor que ejemplificarlo con unas bonitas fotos y meternos de lleno en materia creando fotos con Bokeh y encima personalizado!
1 – Una imagen típica, los puntos de luz desenfocados están perfilados circularmente porque el diafragma se encuentra completamente abierto.
2 – El patrón aquí presentado es debido a la construcción “catadióptrica” del objetivo.
3 – Este es un ejemplo en el que el objetivo está diafragmado, de ahí la forma poligonal de los desenfoques.
4 – Objetivo catadióptrico (600 mm f:8)
5 – Ejemplo de diafragma, en este caso un Pentacon 135 mm f:2.8 con 15 láminas.
Bien, visto lo visto os voy a enseñar a personalizar esos Bokeh para darle otro aire y que os salga algo así:
Para hacerlo es super sencillo, sólo necesitaréis un cúter, un lápiz, una cartulina, un poquito de celo y un filtro de vuestra cámara (para hacer una plantilla y recortar el diámetro de vuestro objetivo).
- Marcamos el diámetro de nuestro objetivo, no es imprescindible tener el filtro, pero nos ayudará al marcado.
- Recortamos la circunferencia y, a continuación, en el centro, recortamos la forma que queramos que adquiera nuestro Bokeh.
- Le pegamos una tira de celo para poder extraerlo más fácilmente y lo introducimos en el frontal del objetivo, tal como se ve en la figura 4.
Trucos:
- El Bokeh va de “profundidad de campo”, cuanta menos haya más acentuado será el efecto; por lo tanto:
- Intentaremos que haya la máxima distancia entre el sujeto y las luces de fondo, además colocaremos al sujeto lo más cerca posible del objetivo.
- Utilizaremos la máxima apertura posible de nuestro objetivo.
- Podemos compensar la falta de abertura con una mayor distancia focal.
- Modo Manual o Prioridad a la Apertura (este modo nos permite seleccionar la máxima apertura y la cámara ajustará automáticamente la velocidad de obturación).
Espero que os haya gustado.
Un saludete