El hecho de ver en casa un gran interés por las manualidades no implica que haya una obligación de continuar con la tradición, pero sí te predispone a practicar algún tipo de creación, aunque no sea la misma que sueles ver diariamente. Viendo a mi Madre tirar de la madeja yo he acabado enredando con los bolillos, y mi hermana ha preferido, principalmente, el punto de cruz. En la actualidad, algunas de estas labores constituyen una parte de mi ajuar diario. Es el caso de este juego de toallas en un tono amarillo suave, que Merche bordó a punto de cruz en varios colores.
El patrón a seguir indicaba una cenefa de dibujo geométrico en rosa claro combinado con dos tonos de azul, los cuales también enmarcan el bordado.
Las líneas de los tres colores entrelazadas aportan movimiento al conjunto, llenando por completo la esterilla destinada a la decoración de la toalla.
En el extremo opuesto a la cenefa, cada toalla dispone de un pequeño tramo de esterilla en el que poder realizar otro bordado a juego con el principal. Siguiendo la tendencia geométrica del diseño elegido, en este caso se realizó un bordado utilizando sólo los dos tonos de azul, ofreciendo profundidad gracias a la alternancia de zonas realizadas con hilos más oscuros.
Al disfrutar de unas toallas con un rizo de calidad, y bordadas con tanto gusto y dedicación, es fácil que el espejo del baño contenga una sonrisa muy especial.
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