En la galería de los trastos tenía dos paragüeros de metal de esos que vende Ikea, pensé darle vida a uno de ellos, al otro ya le tocará en otro momento.
Así que me puse manos a la obra.
Como había estado sirviendo de macetero estaba un poco sucio así que lo limpié y le dí una lijadita para quitarle todo el oxido que tenía.
Dos manos de imprimación y lijada entre capa y capa.
Elegí un color burdeos para el fondo. Aquí se ve la imprimación y la primera capa de esmalte satinado burdeos. De color lleva dos capas.
Para hacer el decoupage elegí un papel con escritura dorada, otro con mapas antiguos y recortes de varios modelos de relojes.
Tras pegar los recortes le dí una mano de barniz satinado.
Una vez puesto en su lugar queda así.
A mi me parece que queda genial.