Paseando por el rastro de Madrid en un domingo soleado, vi unos espejos enmarcados bastante desastrosos pero con un poco de imaginación se convirtieron en lo que son ahora, unos marcos con un colgador en forma de flor de lis.
Como iban a estar en la entrada junto al mueble cajonero de colores pinté cada marco de un color igual a los cajones pero mucho más envejecido.
Solo tengo las fotos finales pero el proceso es sencillo así que lo detallo a continuación:
- Decapante y lija para quitar la pintura azul original de los marcos.
- Tinte nogal a todo el marco
- La parte de la filigrana, del ornamento o para que nos entendamos la que no es lisa, la he pintado con esmalte satinado del mismo color que los cajones, el marco más grande rojo, el mediano naranja y el más pequeño amarillo.
- Cera y betún de judea para envejecer, untando bien y quitando con un paño.
- En el lugar donde originariamente iba el espejo he puesto un contrachapado forrado con tela.
- El toque final se lo dí con el colgador en forma de flor de lis.
Y este es el resultado final