La Pascua es igual a huevos… y si son de colores mejor que mejor. Este año hemos querido teñirlos con vegetales y ha sido un experimento bien divertido.
Hemos usado remolacha, col lombarda y cúrcuma pero podéis usar lo que se os ocurra. Hay quien usa moras, frutos rojos, las pelas de las cebollas, espinacas… El procedimiento es sencillo, lo más complicado es encontrar huevos blancos para lograr tonos más vivos (la col lombarda tiñe bien también los huevos marrones). Puedes probar en el mercado, en la carnicería del barrio o optar por comprar huevos de pato.
PREPARAR EL BAÑO DE COLOR: Mete los huevos que quieras teñir en un cazo y llénalo con agua hasta que queden bien cubiertos. Después saca los huevos (únicamente los has puesto para asegurarte de que el agua va a cubrirlos después), trocea el vegetal y añádelo en el cazo. Déjalo en ebullición a fuego medio durante 30 minutos. Tapa el cazo para que no se evapore el agua. Verás que, pasada media hora, el vegetal pierde su color y el agua queda teñida en tonos muy, muy intensos.
* En el caso de la cúrcuma, simplemente disuélvela en agua hirviendo.
PREPARAR LOS HUEVOS: Para que los huevos duren más tiempo (y no se rompan) primero los cocemos. Usa el método que prefieras para hacerlos duros y mantenlos en el agua caliente. Así no habrá cambios bruscos de temperatura cuando los huevos entren en el baño de color y, en teoría, el pigmento se agarrará mejor.
BAÑO DE COLOR: Retira los restos vegetales y quédate sólo con el agua “teñida”. Añade los huevos y déjalos en el baño de color hasta que tengan el color que deseas. Nosotros sacamos algunos a las pocas horas y otros los dejamos hasta 24 horas y obtuvimos unos azules súper dramáticos.
Puedes añadir algo de vinagre al baño de color pero ¡cuidado! el vinagre puede hacer que los colores cambien (viren). Por ejemplo, con la remolacha obtendrás tonos rojos-granate pero si añades vinagre, obtendrás tonos de un azul profundo o púrpura intenso.
El baño con cúrcuma nosotros lo íbamos removiendo de vez en cuando porque pusimos tanta que se iba toda al fondo. Tienes que ir con cuidado al remover pues si tocas los huevos, puedes “arrancar” zonas de tinte y te quedarán pequeñas marcas.
Cuando saques los huevos del baño, hazlo con cariño pues el pigmento de color salta con facilidad. Nosotros los pusimos sobre papel de cocina y los dejamos secar bien.
También tuvimos un pequeño accidente: al añadir vinagre a un baño de remolacha, nos confundimos y añadimos aceite. ¡Pues nada, que obtuvimos un huevo marmoleado la mar de chulo!
En fin, que estas actividades son un nido de experimentos… también mezclamos col lombarda + cúrcuma y obtuvimos los huevos verdes. La cuestión es pasar un buen rato y acabar con las manos de colores.
Ahora estamos ya en la segunda etapa y los niños están pintando sobre los huevos de colores con rotuladores permanentes. Tenemos ya huevos de Minecraft, con paisajes llenos de montañas, con personajes estrambóticos…
Si no te atreves con los tintes naturales pero quieres colorear huevos de Pascua, puedes usar:
colorantes alimentarios: un par de gotas de colorante + un chorrito de vinagre en un vaso de agua y sumerges los huevos
témperas/pintura de dedos: coloca los huevos duros en una huevera y pinta con pinzel, las manos, la nariz o lo que te parezca
acuarelas: coloca los huevos duros sobre un trozo de papel de cocina y pinta al gusto
Si quieres dejar zonas sin color, pintalas con una cera blanca. La cera impedirá que la pintura penetre. (Es lo que nos pasó con el aceite pero de forma “controlada”).
Yo me declaro muy fan de los huevos azules. Si usas tintes vegetales, los huevos son seguros para comérselos pero si el conejo va a esconderlos para que los peques los busquen (y por tanto van a estar en contacto con tierra, piedras, hojas y…) mejor no comérselos a menos que los hayas envuelto para protegerlos y estés segura de que no han podido estar en contacto con excrementos de animales, etc…