Este fín de semana lo he pasado ordenando y reordenando las habitaciones, quitando y poniendo.
Los niños se van haciendo mayores y ya tenían ganas de que les cambiara algunas cosillas, entre ellas la #lámpara, que en la habitación de mi pequeño de 10 años tenía una de los Lunnis, que ya no estaba muy conforme de tenerla, ¿Pero en que momento ha crecido, que no me he dado cuenta?
Es que mama, los Lunnis ya son muy infantiles... me dice. No teniendo a mano ninguna tienda de lámparas abierta, y ningún ánimo de gastar dinero en una nueva... La imaginación se pone a trabajar... y el #reciclaje, siempre es una buena opción.
Tenemos infinidad de pelotas de baloncesto, algunas que incluso aún no hemos estrenado. Son tres y a la hora de acumular juguetes, eso se nota.
Estuvimos revisando una por una todas ellas, por si había alguna que debiesemos jubilar, y como la inspiración es caprichosa y te viene cuando quiere, pues así mismo llegó.
Había una que perdía aire, y salto la chispa... si señor, no la tirariamos, le dariamos una segunda oportunidad, convirtiendola en lámpara.
Recortamos mas o menos a la mitad, y en la parte de arriba le hicimos una pequeña raja por donde cogiese el casquillo de la bombilla, luego la misma goma presiona para no salirse.
La probamos, rectificamos el largo y tachan, una Lámpara, con la que mi hijo quedo encantado. Perfecta para una habitación Juvenil, porque ya soy "mayor Mamá", mi pequeño niño mayor.
Como véis es una idea facilísima, en la que estrenaréis lámpara sin necesidad de gastar dinero. Todo son ventajas.
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