Lo único que tenéis que hacer es disolver un poco de pintura en un plato con agua y sumergir la blonda hasta que empape el color.
Luego las dejáis secar sobre un periódico o toalla vieja y listo (eso sí, hay que tener un poco de paciencia y dejar que se sequen bien, jeje, yo es lo que peor llevo ;) ).
Podéis usar todos los colores que se os ocurra. A veces la pintura queda como con texturas aguadas y es mucho mejor aún.
Y la otra opción es pintarlas con pintura escolar y pincel por ambas caras, de esta forma quedarán más gruesas y rígidas, con colores más oscurlos y de aspecto plastificado.
Se pueden hacer unas guirnaldas estupendas como las de estas fotos ¿no os encantan? Pues ahora a darle al coco porque sus usos son infinitos.
Espero que lo disfrutéis, y ya nos contaréis que tal os han quedado ;)... podéis ver más ideas aquí, en el post que hemos hecho sobre Decorar con Blondas.
Besitos