Se trata de un teatro de marionetas de Halloween, donde luces y sombras son las protagonistas, muy apropiado para la temática :) Lo genial de esta actividad, es que no solo se disfruta creando el teatro, sino que después se puede jugar con él, crear historias, cambiar los personajes... Me gustó mucho la idea de poder tratar este día tan terrorífico de forma lúdica con los niños, les permite vencer miedos, cambiar de rol (a veces público, a veces bruja, a veces fantasma...), y experimentar diferentes emociones.
Además es bien barato porque todos los materiales utilizados los podemos encontrar en casa: caja de zapatos, cartulina, palillos, papel cebolla y guirnalda de luces (o linterna). Cada vez soy más fan del reciclaje creativo, algo a lo que no había prestado mucha atención pero que tiene muchísimo que ofrecernos.
Y dicho todo esto, voy a contaros como pasar un rato divertido y tranquilo en familia, que ya tenemos el resto de la semana para ir con la lengua fuera ;). Para empezar, dibujamos sobre la cartulina las figuras de los personajes con los que vamos a jugar, una bruja, un fantasma, un murciélago... y los recortamos. Cuantos más detalles se vean, mejor. Recuerda que solo se verá la silueta! Después colocamos un palillo detrás de cada figura en sentido horizontal, y los pegamos con un trocito de celo.
Por otro lado, vamos a forrar la caja con cartulina o papel negro, en mi caso la caja que tenía ya era de ese color, así que no tuve que hacerlo. Después hacemos un corte rectangular en la parte de abajo y cubrimos con el papel cebolla. En los laterales, muy cerca de lo que será nuestro escenario de marionetas, hacemos dos cortes con el suficiente ancho y largo para que podamos meter y sacar por ahí los personajes.
Para terminar, colocamos la guirnalda dentro de la caja y la cerramos con la tapa. Podemos añadir algún detalle por fuera, como una tela de araña o una calabaza, y ya estará lista para la función!
Qué os parece el invento?
Un abrazo y feliz fin de semana!!
Fotos: Sara González Carrasco