Creo que en alguna ocasión ya os he dicho que mi casa era muuuuy pequeña, y digo "era" porque muy pronto dejaré de tener este problema porque me mudo a mi tierra y me traslado a mi piso familiar que lleva más o menos 10 años abandonado... esto es una buena noticia para vosotros porque habrá miles de ideas y de muebles nuevos que poner bonitos (y esto se traduce en posts sin fin para este bendito blog) y es una noticia regular para mi, porque tendré que trabajar sin parar ¡JA!
A ver, que me voy por las ramas... estaba yo diciendo que en este mini-piso madrileño no tengo espacio para nada y a estas alturas ya me conocéis un poquito, yo soy de coleccionar y de guardar, ¡de guardar todo! Pues bien, yo necesitaba frascos para guardar botones, esta historia comienza así.
Si, no os voy a engañar, ya tenía desde hace tiempo estos tres pero yo necesitaba más. Así que spray dorado en mano, me puse a ello:
En vez de elegir los clásicos animalitos duros de plástico esta vez compré un pack de patitos de goma bastante pequeñajos. El spray Pinty Plus no debe faltar en ningún hogar, nos saca de mil apuros ya veréis... además tienen muchísimos colores.
Procedemos a pegar el patito a la tapa del bote, esto ya lo dejo a vuestra elección: silicona, pegamento de contacto... lo que sea, pero que aguante bien. Y pintamos todo.
¡Y así es como aumenté mi colección de tarros de animales con botones! ¿Puede haber algo más sencillo? No hay excusa.
¡Vuelvo pronto!