Cualquier parque, paraje, un pinar, un bosque... es la excusa perfecta para tener una composición ideal para hacer unas fotos bonitas de otoño. Nosotros, hacer un par de semanas, nos fuimos a buscar "nuestro paisaje" y lo encontramos muy cerquita de Valladolid. A menos de media hora nos topamos con este precioso estanque que parecía sacado de un cuento. Un lugar perfecto para hacer unas fotos a la peque. Para completar el "atrezzo" llevé una calabaza, unas manzanas y una manta muy otoñal y, por cierto, calentita y cariñosa como ninguna. Me la tejió mi madre hace unos años y estoy encantada.
La peque disfrutó muchísimo. He de reconocer que me lo puso muy difícil en más de una ocasión porque no os podéis imaginar el gusto que tiene por la hojas. ¿Por qué solo cogerlas, jugar con ellas, romperlas... si lo que nos gusta es comernoslas? Menos mal que llevaba a un ayudante de lujo.
Pasamos una mañana divertidísima. Y me quedo con un recuerdo para toda la vida. Me encantó el resultado. Obviamente fotos de "andar por casa". Fotos sin apenas técnica pero que para mí encierran mucho valor sentimiental. Me queda un larguísimo camino en esto de la fotografía y en ello andamos. Pero por el momento me quedo con lo mucho que me hace disfrutar y los buenísimos momentos que me brinda.