Mientras editaba la foto me daba cuenta de que parecía hecha por mi peor enemigo... Pero la dejo, para que sea más motivadora (para mí).
Y es que muchas veces no hay nada mejor que coger la cámara de fotos e ir fijándose en cada rincón de nuestra casa para luego ver lo mejorable. Que aunque ya lo tenía decidido, que esos espejo-cuadros se van fuera de mi dormitorio, ahora lo tengo más claro.
Los espejos no están tan mal: son los clásicos Malma que tantos tuneos admiten, y en otra zona de la casa podrían quedar bien, pero aquí, es que parecen perdidos...
Y es que me da la sensación (bueno, lo sé) que muchas veces a la hora de colocar cosas en mi casa me he dejado llevar por el impulso, por las ganas de terminar, sin pararme a planificar.
Por eso, en mi objetivo del 2014, voy haciendo las cosas despacio, pensándolo mucho... Voy a ir habitación por habitación, y en cierto orden, para ir "cerrando puertas". Y este fin de semana, le ha tocado a los cuadros que hay sobre el cabecero de mi cama (que también cambiará de aspecto).
El tema de los cuadros tiene su miga, y su planificación. Y si no, mirad este esquema:
O este otro:
De momento, ya tengo el marco del cuadro que usaré como elemento central... Y la idea de lo que contendrá en mi cabeza... Os lo enseñaré el lunes (prometido!).
Porque además de este objetivo decorativo, tengo otro "trabajito", el que propone Pilar en su blog "Se acabó el desorden": ordenar el mueble del fregadero. Podéis ver en qué consiste el reto aquí. Que para mí, desordenada patológica, es un gran reto, pero nunca es tarde para cambiar.
Y también habrá tiempo para terminar el quilt de Sabby Fabrics, para terminar unas bandejas de decoupage y para poner una rodillera en un pantalón de chandal...
Feliz fin de semana!